26 julio, 2024
ROTATIVO DIGITAL

¡Reflexiona, Ciudadano!

Los políticos no son bien vistos por el ciudadano, entre ellos hay personas honestas que fincan su quehacer en principios y valores apreciables y que procuran que su actividad redunde en bien para su prójimo. Pero estos son garbanzo de a libra y apenas se les podrá encontrar con la lámpara de Diógenes, si antes no se la roba alguno de la inmensa mayoría que forman los demás.

El ejercicio de la política se ha degradado en México por la existencia de una viciosa legislación que viene desde los tiempos del PRI; para mal ocultar su monopolio, debía dar una apariencia de ejercicio democrático y favorecer con migajas de poder a otros partidos nacidos de la simulación y la mentira. Los cambios que en el país ha habido no han alterado el estatus de esas organizaciones que sólo pueden vivir por las alianzas que pactan con los partidos grandes, pues de otra manera desaparecerían fatalmente. Partidos hay que son propiedad particular de una sola persona (PT, Movimiento Ciudadano) o de una familia (PVEM) y que a más de ser lucrativos negocios venden sus votos –reales o verdaderos- como en subasta pública o mercado, al que les dé más chambas.

Por otra parte, y eso en relación con todos los partidos, ha nacido una casta parasitaria, una inmensa burocracia política que cuesta mucho al ciudadano y que ningún beneficio aporta. Deben desaparecer esas mentiras políticas, debe disminuirse el número de diputados locales, federales y senadores y podar los cuerpos edilicios de los ayuntamientos, donde por la necesidad de la representación a todos los partidos, partiditos, partidillos y partiduchos nacionales y locales, ha florecido también una espesa jungla de síndicos y regidores que cuestan mucho al desmedrado erario de las comunidades por los jugosos sueldos que a sí mismos se fijan y los suculentos bonos que con cualquier pretexto se atribuyen. Somos un país pobre con partidos ricos y políticos riquísimos.

Cuando haya en México una auténtica y plena democracia esas ficciones ya no tendrán razón de ser; se cambiarán las amañadas leyes que los partidos hicieron para beneficiarse y los políticos servirán verdaderamente al pueblo en vez de servirse de él.

Para fabricar a un candidato potencial a un cargo de elección popular se disponen recursos públicos para apuntalar su imagen, se usa el aparato del estado a favor de ese aspirante y él mismo ocupa el cargo para promover su imagen, reforzar la audiencia clientelar y amarrar los votos potenciales de sus beneficiados. Aparte de uso de recursos públicos para fabricar su candidatura.

El gobierno utiliza el hostigamiento como medida de coerción. El chantaje emocional es una de las fuentes de tortura sofisticada.

Se está entregando la propiedad del país a un pequeño grupo que se ha apoderado de los principales negocios y ha impedido que los beneficios que produce el esfuerzo social se filtren a las capas populares. El rico es cada día más rico y el pobre es cada día más pobre, nos espanta el populismo irresponsable que algunos grupos esgrimen y el fundamentalismo dogmático que otros pregonan.

Hace falta alguien que tenga oficio político, que cuente con equipo probado para gobernar, que tenga experiencia de partido, legislativa y de gobierno. Entre los contendientes solo hay uno con estas características, que el pueblo no se encandile con falsas promesas insostenibles, ni escoja a quienes quieren polarizar aún más los ingresos de la población. Que impere la civilidad.

 

* Ex candidato del PAN a la diputación federal por Pátzcuaro