TACÁMBARO, Mich. 4 de mayo del 2012.- Los comentarios se incrementan por todos lados, incluso en las filas del pobre Partido Acción Nacional en el municipio que, al ganar con Octavio Aburto Inclán el ayuntamiento por segunda ocasión para ese instituto blanquiazul, está cavando su tumba política para próximas elecciones.
Avanzan los meses y la prepotencia, arrogancia, soberbia e ignorancia de Octavio Aburto Inclán para gobernar ya empieza a contagiar el tejido social de Tacámbaro. Es cierto que falta dinero en todo Michoacán, municipios y el propio ayuntamiento de Tacámbaro, pero la actitud asumida por el edil priista empanizado no es la correcta, lo cual es criticado por los propios panistas que ya no lo aguantan, entre ellos los 6 regidores de ese partido que deben de soportar sus arranques esquizofrénicos en el Cabildo, complementado con los 2 regidores del tricolor y dos del sol azteca, todos ellos, al parecer, controlados por el alcalde con el argumento de quitarles privilegios y recursos para gestión. Cuando salen de las reuniones con el bravucón alcalde de Tacámbaro, los regidores descansan de sus poses de mandamás y han comentado que ya no lo aguantan, incluso funcionarios de su primer círculo comentan lo mismo, señalándose que un exquisito grupito de asesores buenos para nada lo están aconsejando para calabacearla, arrancando los aplausos del PRI y el PRD. ¿Qué le ocurre a Octavio Aburto Inclán en esta gestión? ¿Por qué actúa como psicópata político y presidente de Tacámbaro? Es obvio que, en primer lugar, el chaleco le quedó grande y, ante la escasez de recursos presupuestales, se siente maniatado, pero sus arranques no son normales. Dijo en campaña que generaría empleo y… lo ha cumplido, pero para sus familiares o, mejor dicho, para los parientes de su suegrazo Víctor Valdovinos Martínez El Avión, quien pagó la campaña y ahora está cobrando las facturas correspondientes, creando un monstruo en el ayuntamiento que, como elefante, apenas puede caminar por la enorme nómina. ¿Así cómo se puede hacer obra? Imposible y se avecinan recortes en muchas áreas que serán ineludibles, con el costo político que asumirá el alcalde Octavio Aburto Inclán y el Partido Acción Nacional. Por no enfrentar la situación actual con la verdad, por sus arranques vengativos contra quien lo critica y por nula planeación en el ayuntamiento, Octavio Aburto Inclán tiene un tiradero en la presidencia de Tacámbaro. Que se lo agradezca a sus merolicos, comparsas e incluso a los regidores del PAN, principalmente, que se han olvidado de su función para controlar al paranoico alcalde Octavio Aburto Inclán que, cuando se sube a su macho, ni quién lo detenga…