Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
10 NOV. 2023.-El tema de hoy es verdaderamente interesante, sobretodo para muchos hombres que no logran hacer que su pareja tenga un verdadero orgasmo. Aunque ellos crean que sí.
Por supuesto que hay diferencias entre el hombre y la mujer. Pero muchos aun no lo saben y mucho menos lo han experimentado. Una de esas diferencias, que para muchos, es la más importante, se encuentra en el placer íntimo. En los órganos sexuales.
Para sentir placer, el hombre no necesita mucho. Únicamente, que la mujer en turno, le agrade, que sea bonita, que tenga buenos pechos, buen trasero, piernas torneadas, hermoso color de piel (al gusto de cada quien), que sea amable con él, (aunque sea por algún tipo de interés), que tenga todo eso o algo en especial. Ya estando con ella en la intimidad de un cuarto (el lugar más común), con solo tocarla, su excitación se va elevando, unos besos, unas caricias, unos toques aquí y allá, penetrándola, él de forma fácil alcanza el clímax. Así es amable lector.
Además de que, por lo menos en México, debido al despertar en la niñez del placer sexual (que no debería llamarse así en esa edad), hablo de los 12, 13 o más años, donde ni el hombre ni la mujer, están completamente desarrollados, pero puede más la hormona que la neurona. El hombre no aprende la mejor técnica para complacer a una mujer. Porque él, si disfruta, eyacula y se siente pleno, pero su compañera de momento, no lo hace, se queda inquieta, nerviosa, esta es una de las causas, por las que la mujer, es infiel, porque busca quien la satisfaga mejor, quien la haga sentir plena, completa, porque no alcanzó su máximo potencial sexual, ni lo ha sentido con otros. El hombre es caliente, pero además es egoísta y flojo, porque no lee, no pregunta, no aprende como satisfacer verdaderamente a una mujer, salvo honrosas excepciones. Él se desahoga y no le importa como deja a la mujer.
Otros hombres, su primera relación la experimentan con prostitutas, que debido a su actividad no permiten tocamientos más allá de la penetración, porque saben que los besos, las pueden enamorar. Además de que se venden por tiempo. Entonces, el resultado es igual, que cuando se inician con una menor igual de inexperta pero ardiente como ellos. Esta es la atenuante en el comportamiento masculino tan distante del hombre en ese momento de intimidad con la mujer. El hombre puede eyacular en menos de 10 minutos, se habla del tiempo normal de la penetración que va de los cuatro a los siete minutos, (la eyaculación precoz es otra historia), señalo los diez minutos, porque eso puede durar el famoso rapidín, en cualquier lugar prohibido o que haya mucha gente, pero por supuesto que la mujer no lo disfruta, aunque por alguna causa, diga que sí, pero la realidad es que no.
La mujer necesita, mínimo, media hora para alcanzar un orgasmo, hablo desde los juegos previos, hasta la penetración con eyaculación masculina, es más importante, lo previo; como escribí antes, el hombre con erección dura máximo siete minutos, así que, inteligente lector, haz cuentas para que sepas, cuanto tiempo debes jugar con tu pareja oficial o en turno, para que la dejes completamente satisfecha. Las relaciones íntimas, como todo, son de dos, y ambos deben quedar conformes, no basta que uno disfrute y la otra no. Eso no es de caballeros.
Una relación sexual satisfactoria, donde ambos se y la disfruten, debe ser superior a la media hora, hasta tres horas, con sus respectivas dos o tres repeticiones, para que haga verdadero efecto y sobre todo, la mujer, quede con ganas de volver a estar contigo. Si no, pregúntate sinceramente, ¿por qué esa mujer ya no quiso intimar contigo?, hablo de aquella que se te entregó por cuestiones simples, por pasión, por gusto, por placer, porque, caso contrario, si le pagas o entregas obsequios, te seguirá engañando aunque en la intimidad no consiga un orgasmo. Pero por interés, seguirá a tu lado. O por necesidad, como tu esposa o pareja de tiempo que ya te dieron uno o más hijos.
En otras entregas, he señalado que la hora de mejor placer y disfrute es durante el transcurso del día, principalmente por las mañanas, aunque la costumbre, indica que se practique en la noche, antes de dormir, pero en realidad es el peor horario para ello. Esto también influye para bien o mal de la relación. Aunque el trabajo no lo permita, pero esa es otra historia.
La mujer requiere ser tocada, besada, acariciada, y tiene múltiples zonas erógenas que la prenden, la encienden, la calientan, la ponen a tono con el momento. Prácticamente toda ella lo es. Tocar su cabello, acariciar sus raíces, darle un ligero masaje, las estimula de forma satisfactoria, tocarles la mejilla, el cuello, la nuca, la espalda, los pechos que al paso de los minutos, deben estar erguidos y deseosos de ser besados, mordisqueados con cuidado, sin brusquedad, acariciar su abdomen, brazos, muslos, piernas, glúteos, chupar sus dedos de la mano, (obviamente ambos deben estar limpios), besar su espalda, comenzando desde la nuca, bajar lentamente (como he dicho, debe ser en completa calma, sin prisas), hasta sus pies, obviamente pasando por todos los rincones hermosos de ella.
Voltearla, besarla desde la frente, mejillas, orejas, cuello, pecho, jugar un buen rato con los deliciosos pezones femeninos, morder, chupar, jalar, pero siempre de forma que no se lastime, bajar más, practicar un oral, no todos lo hacen, porque muchas veces no están seguros de la limpieza de su pareja en turno, pero no es necesario hacerlo, si sabes utilizar perfectamente tus dedos para darle un rico masaje interno, antes de la penetración, donde incluso se involucren ambos orificios (vaginal y anal) a todas les encanta, aunque hay mujeres que no les agrada la penetración fálica anal, pero con el dedo si se prenden, solo procura no introducir el mismo dedo en ambos, para evitar alguna infección, utiliza dos o más, puedes bajar hasta los dedos de los pies, (muchos dejan al final la zona vaginal) y cuando sientas que tu compañera, está mojada, porque muchas, alcanzan el orgasmo o varios, antes de la penetración, procede a penetrarla para que tu te desahogues, cambia de posición, las que más les gustan a ellas son la mujer cabalgando (ella encima de ti) y la de perrito (vaginal o anal, según el gusto de ella), ambas las hacen excitarse más y alcanzar el orgasmo con facilidad. También es importante, que sepas que todas las féminas son distintas, al igual que nosotros, no se excitan de la misma forma, es cuestión de experiencia y práctica como te vayas dando cuenta que le gusta a X o Y mujer, que la enciende y que la apaga.
Como dije antes, hay mujeres que les gusta el sexo anal y a otras no, a muchas les encanta el sexo oral y a otras poco o nada, igual sucede con las caricias, unas en este u otro lado. Algunas prefieren besos y mordiscos en los pezones durante la penetración, otras no, unas las excitan las nalgadas, y a otras lo contrario. Hay de todo, aunque eso con el tiempo se va aprendiendo. Pero si se quiere satisfacer realmente a una mujer, se debe aprender esto y más, lo anterior es solo lo básico, pero así como en su carácter las mujeres son complejas, en su sexualidad lo son aun más. Si quieres ser alguien inolvidable en la vida de una mujer, debes aprender a satisfacerla completamente, olvídate de los detalles, del dinero, obsequios, amor, etcétera, eso es romanticismo, lo que verdaderamente valora una mujer, es que un hombre la haga disfrutar totalmente en la cama, en el sofá o en el piso, eso es lo que las hace volver o que no se vayan. No importa el físico masculino, sino como las hace venir. ¡Ponte buzo!