9 diciembre, 2024
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Trasfondo político en el asunto de la deuda michoacana, asegura Alfredo Ramírez

En el reconocimiento público del gobierno del estado del monto de la deuda pública existe “un trasfondo político, una disputa interna entre los priistas por el poder, donde ha quedado en evidencia las mentiras del gobernador con licencia Fausto Vallejo Figueroa en torno a este asunto”, consideró Alfredo Ramírez Bedolla, miembro del comité nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).

En entrevista, Ramírez Bedolla indicó que Vallejo desperdició su tiempo gobernando en base a la manipulación de cifras respecto a la deuda pública del estado; “hoy ya sabemos que ésta se sitúa en alrededor de 16 mil millones de pesos tal y como lo reconoció el secretario de Finanzas del gobierno estatal durante su comparecencia en el congreso estatal, y no en los 40 mil millones como se manejó tramposamente en un principio”, enfatizó.

Con ello, anticipó, “va a ser difícil el regreso de Vallejo a la gubernatura, a unas semanas que venza su plazo de licencia como gobernador constitucional, porque ha quedado mal parado y se afianza Jesús Reyna para quedarse como primer mandatario en lo que resta del periodo “.

“El reconocimiento del verdadero monto de la deuda pública por parte del gobernador provisional no fue una graciosa concesión, un gesto de buena voluntad, sino que tiene que ver con la lucha interna del poder por el poder del priismo en Michoacán, lo típico del viejo PRI”, remachó.

Puntualizó que tal disputa ha traído consecuencias nefastas para la sociedad michoacana en su conjunto ya que -sostuvo- diferentes sectores sociales y económicos “no ven programas o proyectos de desarrollo para el estado”.

Para concluir, conminó a las autoridades estatales a “seguir informando con claridad sobre la situación financiera del estado, el cual, al igual que las demás entidades federativas, tiene serios problemas derivados de un modelo neoliberal que propició que el gobierno central transfiriera responsabilidades de salud y educativas a los estados pero sin los recursos correspondientes, se trata, entonces, de una falla estructural del sistema”.