Tensión y zozobra se vive en algunos centros escolares de la región de Pátzcuaro porque en ellos hay división entre los docentes que quieren impartir clases y lo que se suman al paro de labores convocado por el magisterio democrático.
Al respecto, durante una reunión regional del Frente Estatal Ciudadano y Magisterial Melchor Ocampo, uno de los dirigentes de esta organización, José Andrés Sillas Díaz, refirió que solamente con “organización podemos hacerle frente al grupo magisterial que dice tener como bandera la defensa de la educación pública, pero la lesiona con la suspensión de labores”.Durante el encuentro, varios docentes de todos los niveles escolares se quejaron de que en sus respectivos centros de trabajo se viven momentos de tensión y presión. “Nosotros si queremos trabajar, pero no nos dejan los compañeros y nos amenazan de diferentes formas”, aseguraron.
Sillas Díaz puntualizó que para contrarrestar esta situación, es necesario “fortalecer nuestra organización, sin caer en confrontaciones, pero sobre todo promover la participación de los padres de familia”. Es necesario también, remarcó, que éstos sepan que la reforma educativa recientemente aprobada no pretende privatizar la educación ni lesionar los derechos de los trabajadores magisteriales, como lo arguyen los docentes que suspenden clases.
Aseguró que el 80 por ciento de los trabajadores de la educación de Michoacán no militan “con ninguna de las dos expresiones magisteriales: las llamadas institucional y democrática”. Con los maestros que están al margen de éstas, dijo, el Frente Estatal Ciudadano y Magisterial Melchor Ocampo “tiene el objetivo de construir un proyecto alternativo plural e incluyente”.
No estamos a favor de quienes utilizan al sindicato para favorecer intereses personales y partidistas, como lo hizo Elba Esther Gordillo, ni aquellos que fundamentan su lucha “en la presión, el chantaje y la violencia”, subrayó el dirigente magisterial.
Reprobó que año con año “el estado sufra por las movilizaciones magisteriales que no solamente dañan a la educación sino al desarrollo social y económico de los michoacanos”.