Tacámbaro, un pueblo que revoluciona su cultura y sus costumbre; su gente, amable, trabajadoras personas de buen gusto de mujeres hermosas y hombres trabajadores que necesitan estas personas un ambiente agradable como lo tuvieran, teniendo tres cosas fundamentales de un pueblo desearía escuelas, empleos y carreteras.
Sentirse bien mediante sus ideas y sus costumbres, ahora se trata de cómo cambiar solamente, no es el trabajo lo que los oprime, su nivel cultural, su forma de pensar, ser iguales, todos los desearían, qué bueno, las escuelas, qué lindo es leer un libro, el mejor amigo del hombre o escribir un poema a su amada o leer un periódico y saber sus noticias o nada más sentirse alguien igual a sus patrones que se dan de largo porque tienen una carrera o un estudio.Sabes, tacambarense, tú puedes también, señor, no tienes que llevar a tomar si puedes encontrar paz en tu casa y familia; a veces te sientes mal, no tienes trabajo, se te cae el mundo abajo, pero, recuerda, no es caer, sino saber levantarse, la vida no es una carrera de velocidad, sino de resistencia, usted, tacambarense, se puede levantar, conseguir trabajo, vivir en armonía y unificarse.
Por eso, cuántas veces Tacámbaro ha caído y ha sabido levantarse. Régules rescató su ciudad, fue capaz de cambiar la vida de su familia por la de la patria, usted también puede hacerlo, recuerde siempre tener la valentía de Régules, el heroísmo de Tacamba y el ímpetu de Codallos.
Así somos y seremos siempre firmes nosotros los hombres y mujeres tacambarenses.