Ante la carencia de brújula política para no generar confrontaciones con diversos actores de la sociedad, y una pésima difusión del Departamento de Comunicación Social que coordina, o mejor dicho, descoordina, la psicóloga Lorena Razo Pedraza, el presidente Octavio Aburto Inclán se cuelga de cualquier santo para no hundirse más en el mar de problemas que ha ocasionado su personalidad bipolar.
Con el cuento de un Premio Nacional Patito que dos empresas vende espejitos le otorgarán a la presidenta del DIF Tacámbaro por su encomiable labor al frente de esa dependencia, el alcalde Octavio Aburto Inclán anda como loco gritando por todos lados que es un triunfo de su administración municipal, como si no fuera su obligación trabajar para tales efectos. Para eso se le paga, y se le paga bien, de nuestros impuestos.No dudamos de la capacidad de la esposa del presidente municipal al frente del DIF Tacámbaro, donde ha demostrado buenos modales y resultados, pero, ahora, el edil Octavio Aburto Inclán, como poseído por el demonio, resopla en los medios algo que le favorece a su administración que está por los suelos. He dicho varias veces en este medio que, desde la torre de su palacio, el príncipe medieval Octavio Aburto Inclán se ha enloquecido. Ante la carencia de suficientes presupuestos para cumplir las múltiples promesas que hizo en campaña, el presidente Octavio Aburto Inclán ha recurrido a la prepotencia, al consejo de los lamebotas y los corifeos que mucho daño le están haciendo, como el general don Lalo Fragatas, y vemos que el barco se sigue hundiendo en el ayuntamiento.
No hay talento para el diálogo sincero con los sectores sociales. Como un energúmeno, el alcalde Octavio Aburto Inclán se infla de coraje, ante la carencia de habilidad política, y se confronta. Le demandan peticiones y contesta con el teatro de evidenciar a sus detractores, a sus críticos y, sintiendo que puede pagar espacios en la prensa, cree que puede comprar a todos. A Rotativodigital.com.mx no le llegará al precio nunca. Con ninguna factura de uno, dos o tres ceros. Eso que lo deje para los lamebotas de todos los días. Los que lo alaban y le cobran, mientras tiene dinero y poder. Al rato, con el tiempo, como las prostitutas baratas y sumamente usadas, lo aventarán al basurero de la historia local, aquella que registra el hecho incontrovertible de que Octavio Aburto Inclán le falta sensibilidad, tacto y negociación. ¡Pobre panismo, pobre pueblo de Tacámbaro con el presidente bipolar que los desgobierna! Y también decirle al presidente Octavio Aburto Inclán que el cacique priista Valentín Rodríguez Gutiérrez no paga estos comentarios, como siempre ha pensado en su atormentada mente…