26 julio, 2024
ROTATIVO DIGITAL

MARIDAJE PERVERSO

Para los mexicanos de sentido común ya no hay duda que los intereses que defienden el PRI Y el PAN son los mismos. Vicente Fox, al igual que Manuel Espino, ambos militantes activos del PAN, públicamente se sumaron a la campaña del priista Enrique Peña Nieto.

Este hecho no tendría mayor trascendencia si el primero no hubiera sido presidente de la república y el segundo dirigente nacional del PAN, con lo cual, en un acto inmoral, están abandonando a su suerte a su compañera de partido, Josefina Vázquez Mota, en la recta final de la campaña por la presidencia de la república.

Este acontecimiento solo se podrá entender por 3 razones: la primera, es que Vicente Fox está aterrorizado por la posibilidad que gane López Obrador, a quien le debe facturas con muchos intereses, cuando, por el histórico caso de El Encino, Vicente Fox, ayudado por el PRI, logró su desafuero en el 2006 cuando era jefe de gobierno del Distrito Federal, y fue el inicio de una inmoral pero efectiva campaña negra para atajarlo y evitar a como diera lugar su llegada a la presidencia de la república.

La segunda es que ahora le toca tragar heces sin hacer gestos, por tener que acatar las indicaciones de su gran amigo, la tepocata mayor Carlos Salinas de Gortari, por haber reformado la Constitución y facilitar el arribo de hijos de extranjeros a la presidencia de la república, de otra forma jamás el guanajuatense hubiera tan siquiera soñado con esa posibilidad.

La tercera es que, como la administración foxista estuvo llena de frivolidades y corrupción, ahora está temiendo que con la eventual llegada de El Peje a la presidencia, se puedan trastocar intereses mal habidos o se destapen cloacas que expliquen las enormes desigualdades sociales que han provocado los privilegios y canonjías de quienes han ostentado el poder en los últimos sexenios.

Cierto es que también Rosario Robles y René Arce en el mismo evento se sumaron a la campaña priista, pero también es cierto que ambos ya no pertenecían al PRD; la primera fue expulsada cuando se le relacionó sentimentalmente con el célebre constructor Carlos Ahumada en una red de corrupción, donde otros connotados políticos de izquierda también fueron exhibidos y expulsados de este instituto político.

En el caso de René Arce, él mismo renunció en diciembre del 2009 y dejó testimonio público cuando se sumó a la campaña del priista Eruviel Ávila por la gubernatura del Estado de México. Esto sugiere que mientras los partidos de izquierda sancionan o expulsan a quienes transgreden la ley, en otros partidos los premian, y si no dígame si el PRI se ha atrevido siquiera a sancionar a su ahora candidato Peña Nieto (fue secretario de Arturo Montiel), Yarrinton, el Gober precioso, Moreira, entre otras celebridades, ya no digamos al priista más controvertido que sigue siendo su activo principal: don Carlos Salinas de Gortari, amigo entrañable de EPN.

Para que se pueda entender mejor lo que estoy refiriendo, vayamos un poco más al fondo del asunto, para lo cual debo referenciar otros hechos históricos que ayudaran a entender los malabares políticos de esta siniestra simbiosis PRI-PAN, que solamente ha traído fraudes, pobreza, sangre y frustración para el pueblo de México.

Luego de la llegada de Carlos Salinas de Gortari a la presidencia en 1988, necesitaba aliados para legitimar un triunfo derivado de un fraude electoral, y después de muchos encuentros a obscuritas con Fernández de Ceballos y don Luis H Álvarez, diputado y dirigente del PAN respectivamente, hicieron el primer “amarre” para imponerse con la mayoría del Congreso para avalar el fraude del 6 de julio y quemar 25 mil paquetes electorales cuya votación nunca fue publicada, con lo cual despojaban criminalmente a Cuauhtémoc Cárdenas de un triunfo obtenido con votos de carne y hueso.

Pero por supuesto que los panistas no iban a vender su amor tan barato; y a partir de ahí fuimos testigos de cómo cada iniciativa mandada por Salinas al Congreso era avalada siempre por los diputados de ambos partidos, así se tratara de privatizar ingenios, carreteras o de firmar de rodillas tratados desventajosos con Estados Unidos como el TLC, entre otros.

Al mismo tiempo comenzamos a ver triunfos panistas en diferentes estados de la república, empezando con Ernesto Ruffo Appel en Baja California Norte en 1989, seguido por el de Guanajuato que, aun cuando ganó el priista Ramón Aguirre Velázquez, luego de un berrinche de Vicente Fox y de Cevallos, Salinas entregó el estado al panista Carlos Medina Plascencia para que cubriera ese “interinato” de 6 años, imagínese la cara de don Ramón cuando le dijeron que se aplacara porque ese puesto ya estaba negociado para el PAN y que su triunfo nada más era de a mentís.

Las señales indicaban que Carlos Salinas estaba pavimentando el camino para fortalecer un perfil panista y entregar a ese partido la presidencia de la república, todo esto iba acompañado de una estrategia de ataques sistemáticos a Cuauhtémoc Cárdenas desde el primer día de la administración salinista, al PAN no lo tocaba ni con el pétalo de una rosa, antes bien lo estaban fortaleciendo, reconociéndole gobernadores, incluso regalándole el estado de Guanajuato. (Primera de dos partes).