Sin ningún código de ética, y basándose en un insignificante error de ortografía en el apellido de un jugador, el equipo de Tacámbaro, representando a Michoacán, fue descalificado injustamente del Torneo Nacional Sub-8 que se desarrolla en Lázaro Cárdenas, siendo cómplice la Asociación Michoacana de ese deporte.
Luego de llevar un impresionante paso hacia las finales del torneo infantil Sub-8, derrotando a los mejores equipos nacionales y alcanzando la fase semifinal, el mafioso Tribunal de Penal eliminó del certamen a la oncena de Tacámbaro, argumentando que contaba con una alineación indebida y se trata nada más de un error en el segundo apellido de un jugador, lo cual fue inmediatamente aclarado.
No obstante dicha situación, los directivos del torneo nacional Sub-8, en clara complicidad con el directivo de origen sinaloense Rubén Apodaca, sacaron de la justa deportiva a la escuadra michoacana de Tacámbaro, dirigida por el entrenador Primitivo Cervantes Reyes, comentándose que, para ganarle a Michoacán, se necesita un equipo muy bueno, y en el nacional de Lázaro Cárdenas no hubo.
Fuentes cercanas al equipo indicaron que es una lástima que haya tanta mafia en un torneo de niños y que fue un fraude lo que se hizo: “Todos vimos y sabíamos quién iba a ser el campeón y, claro, era TACAMBARO, MICHOACAN; nuestros niños eran imparables, nadie les podía ganar, por algo fue el equipo que calificó en primer lugar de todos los estados sin perder ningún partido y todos los ganaron con goliza. La intención era favorecer a Sinaloa”.