Ya hemos dicho en esta columna, y en pláticas con colegas periodistas de la zona, que el Jefe de Prensa del ayuntamiento de Tacámbaro la está calabaceando en la encomienda que tiene en el ayuntamiento que encabeza Octavio Aburto Inclán.
Por supuesto que no dudamos de su capacidad como periodista egresado de una de las mejores universidades de México y con vasta experiencia en el mundo del periodismo turístico, pero, en el caso concreto del Departamento de Comunicación Social de la presidencia de Tacámbaro, no está dando el ancho, toda vez que, por ejemplo, remite boletines de prensa a destiempo y cuando quiere, no cuando las necesidades de los medios lo requieren. Y eso lo dicen sus propios allegados.Se la lleva de a muertito en el asunto de los boletines de la presidencia y todo por dedicarse a otras actividades que son importantes en el ayuntamiento Mágico de Tacámbaro, pero que no le competen DIRECTAMENTE, lo cual no entiende Pako Mora y siente que lo estamos agrediendo en su desempeño laboral.
Por obtener una certificación M para su Oficina de Prensa en Tacámbaro, el buen Pako Mora descuida la responsabilidad básica de enviar partes de prensa a los medios con quienes tiene convenio y también con los que no tiene la presidencia municipal, pero, no.
Le vale Wilson y mejor se dedica a ser la niñera de Don Lalo Manotas, a pesar de que su jefatura de prensa ya tiene como 5 o 6 empleados, pero de todos no se hace uno para emitir, cuando las necesidades informativas lo requieran, los indispensables boletines de prensa.
Se está acostumbrando a mandar cada semana y eso no es correcto y significa que Pako Mora no conoce bien la dinámica de la prensa local.
Se siente tan chingón que la está calabaceando y eso no lo entiende. El tiempo nos está dando la razón y los propios comentarios de reporteros que ven muy mal ese proceder del prestigiado promotor hotelero y periodista Pako Mora, orgullosamente de esta bella población de Tacámbaro y ya casi con la certificación M en su frente.
Como si eso le fuera a servir para enfrentar sus responsabilidades como jefe de Prensa, donde, evidentemente, está aplicando los castigos a medios que no entran a la línea.
Por supuesto que todo lo hace con la bendición del alcalde Octavio Aburto Inclán, quien le paga su encomienda en la presidencia. Y ahora, con el arribo de nuevos funcionarios, se nota que la imagen del edil será manipulada por otras influencias alejadas del control de Pako Mora, quien, con el tiempo, se dará cuenta de lo que escribo en estas páginas…