Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
6 OCT. 2024.-La anterior es una interrogante que desde hace tiempo he venido haciendo, pese a que recientemente, se ha pretendido empoderar a las mujeres, incluso ya nos impusieron una como presidenta de México.
Y no es misoginia, machismo ni nada por el estilo, es simple observación, debido a la manera de como son, hacen y actúan las féminas.
Una frase popular de los árabes, la raza más avanzada en todas las áreas de la vida, señala, si necesitas saber que hacer en alguna acción o actividad, pregúntale su opinión al respecto a tu mujer y haz lo contrario. Nada más claro y preciso.
En cuestiones de separación de las mujeres de la economía, son expertos, ya que son los más ricos y poderosos del mundo, y sus mujeres, contrario a lo que nos han dicho y con ello intentado manipular, son felices, tienen perfectamente diseñado el papel que juega uno y otra en la pareja y la economía familiar y de su respectivo país.
Sin embargo, trasladándolo a nuestro país, estado, entorno, desde siempre hemos permitido que las mujeres dominen la economía familiar, creyendo que, con eso, ellas serán felices, pero es una completa falacia, porque las mujeres mexicanas, por lo menos, pocas veces son felices. Según ellas, la mayor parte de su vida, tienen preocupaciones y no precisamente por lo que nos dicen, ya su naturaleza femenina es así, complicada.
En términos generales, la mujer, pocas, poquísimas veces se siente comprendida, feliz, completa, aunque su pareja o esposo, la mayor parte del tiempo de convivencia se la pase haciendo lo posible porque lo sea.
Pese a siempre decirlo, el amor es lo que menos existe en su vida (mente, alma, corazón, etc.), es falso que ellas aman y aman más que el hombre. Para empezar, el ser humano, sea hombre o mujer, solo una vez en su vida, llegan a amar profundamente, y no es algo que ocurra en todos, pero eso sucede generalmente. Sin embargo, en las mujeres, resulta que el amor de su vida, no es con el que están viviendo, aunque sea desde hace mucho tiempo. Según la mayoría de ellas, ese verdadero amor fue un millonario, apuesto y poderoso, pero con el que viven, las engañó y ellas ilusas, cayeron en sus mentiras y ahí están, infelices, pobres y sin ilusiones. Que gran mentira.
Además de la falta de amor hacia quien las está manteniendo y soportando, lo extienden hacia los hijos, cuando los tienen, haciendo creer a los demás que son las mejores madres, las más amorosas y bla, bla, bla, pero la realidad es completamente diferente.
Algo que nunca las satisface, las llena, es el dinero, cualquier cantidad, sea pequeña, mediana o grande, se les hace poco, no agradecen que se les apoya, y aunque de momento, fingen agradecer, al paso de las horas, de los días, si se les pregunta, sobre lo entregado, lo minimizan de una u otra forma, haciendo sentir mal a cualquier hombre de que se trate. ¿Lo dudas? Analízalo y lo verás.
Cuando son novias, están con la esperanza de que los chicos con los que andan, se casen con ellas, pero si al paso de determinado tiempo, no ven claro, comienzan a persuadirlos de hacerlo, y como es normal, en los hombres, que no se dan cuenta de las señales enviadas, lo hacen de forma directa, algunas incluso, dando ultimátum para casarse o que por lo menos se las lleven a vivir con ellos, en caso afirmativo, de momento se sienten felices, pero en poco tiempo comienzan los problemas y discusiones. Y en caso negativo, terminan lo antes posible la relación, no importa el tiempo que lleven juntos. Porque ellas quieren salirse con la suya y una de esas, es ya no tener que trabajar, buscan quien las mantenga, aunque después se den cuenta que no era lo que buscaban o esperaban. Así siguen su vida, afectando la vida de muchos hombres, porque hay algunas que cambian de pareja más que de ropa interior, hasta tienen suerte, en que haya hombres decididos a apartarlas, sea casándose o solo viviendo juntos, pero ellas no están contentas ni completas.
Todo esto y otras causas, motivos y razones, son los que me llevan a preguntar, si en verdad las mujeres piensan. Porque pueden estar con el mejor hombre del lugar, pero ellas aun así se sienten incompletas.
Algo que también es tan frecuente y común, y que lleva a planos más extremos, es que les gustan los hombres rudos, los llamados chicos malos, esos que se visten extraño o poco convencional, que no les corre la vida, que incluso no se bañan, no trabajan, andan en adicciones y malos pasos, a ese tipo de sujetos, estén o no comprometidas (por tener un noviazgo, pareja o esposo) se les entregan sexualmente con una facilidad, porque no las respetan y eso les agrada, en cambio, a el hombre bueno, que las ama, las respeta, las cuida, las apapacha, decían nuestros abuelos, ni se los dan a oler, teniendo doble vida sexual de desenfreno.
Así de mal están las mujeres, en su generalidad, ahora con el tiempo actual, ya lo que buscan es hombres con cartera llena, por eso se han puesto de moda los papitos dulces (sugar daddy) esos que no importa la edad que tengan y si están comprometidos o no, andan con mujeres que ya no son exclusivas, pero que les pagan por sus servicios y sobretodo por su amor de unas horas, no las sacan a lugares públicos para evitar comentarios y problemas familiares, pero que según el tamaño de su cartera, hay algunos que si las llevan de viaje, donde solo aparecen ellas, pero el patrocinador no, por razones obvias, además de que tienen que ser atractivas, para merecer más de lo que la mayoría.
Así es la realidad femenina, que dudo que piensen, porque si lo hicieran, serían felices con lo que les toque, y no estén un día sí y al otro también, molestando al hombre que las soporta con reclamos, peticiones y demás, que no van de acuerdo con el salario que perciben. Pero dicen los individuos de antaño, no hay que entenderlas, no hay que comprenderlas, simplemente hay que amarlas, pero eso es algo que, para ellas, ya no es suficiente. O ¿crees que sí?