23 enero, 2025
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La lucha de los cañeros

Es evidente que uno de los gremios mayormente lacerado por el TLC de América del Norte es el cañero. Desde hace algunos años, este sector es embestido por la competencia desleal que genera la importación de la fructosa procedente de los Estados Unidos.

Hoy en día este fenómeno está provocando el desplome de hasta un 50% en el precio del edulcorante de consumo nacional y ha provocado una crisis general en este sector productivo.

El precio por bulto de azúcar era de 700 pesos y en este momento está entre 300 y 400. Esta movilización, de acuerdo a sus dirigentes, no es con el fin de perjudicar la empresa, pues la molienda, y lo que es la cosecha, continuará de manera regular; esto, al parecer, es para ejercer algún tipo de presión para que el azúcar de consumo nacional no tenga esta caída tan estrepitosa, y en todo caso solamente la que se destine para exportación pueda estar sujeta a comercialización, pero de ninguna manera la de consumo domestico, por lo menos no en ese precio.

De acuerdo a lo que se sabe, existe un excedente de azúcar de alrededor de 2 millones de toneladas de exportación en las bodegas a nivel nacional y se pretende que sean comercializadas al exterior para lograr un equilibrio con el consumo nacional y mejor precio; de lo contrario, si no se vende, de acuerdo a lo difundido por los cañeros, puede ser una catástrofe, toda vez que los índices del precio de fertilizantes, así como los insumos agrícolas van a la alza.

La pretensión, por tanto, es defender el producto de consumo doméstico para que los productores no salgan tan perjudicados con esta crisis.

La fructuosa es un edulcorante que se encuentra de modo natural en las frutas y en la miel, se puede extraer también del almidón de maíz. Así mismo, es un componente básico del azúcar común, procedente de la caña de azúcar o de la remolacha azucarera. Se comercializa granulado, al igual que la sacarosa, para poder ser utilizado como azúcar; es el más utilizado en la producción de refrescos.

Con la importación de la alta fructuosa, el sector azucarero enfrenta una severa crisis por la descompensación en el precio de la caña, y los productores se sienten cada vez mas arrinconados.

Pero lo que está sucediendo no es nuevo, se derivó de la supresión del IEPS. Este gravamen no es más que un impuesto del 20% que desde el 2002 se venía aplicando a los importadores de alta fructuosa en la elaboración de bebidas carbonatadas.

A raíz de su promulgación dicho impuesto fue impugnado por fructoceros de Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), logrando un fallo favorable y obligando a México a eliminarlo antes de que concluyera el 2006.

A partir de entonces aumentó desproporcionadamente la importación de fructuosa en México; mientras que en 2005 (todavía con el impuesto) se importaron 28 mil toneladas del edulcorante; ya en el 2006 (sin el impuesto) se disparó la importación a 221, 615 toneladas métricas, un incremento ni más ni menos que del 681%

En el 2010, algunos dirigentes ya advertían sobre los trastornos que estaba provocando en el sector la importación de este producto, que se ofrecía hasta en un 6% más barato que el azúcar derivado de la caña; no obstante, se importaron un millón de toneladas de fructuosa en ese año, con lo cual se desplazaba la venta de aproximadamente 400 mil toneladas de azúcar de producción nacional. Consecuentemente, a partir de entonces la caña tiende a la baja y como siempre los mayormente perjudicados son los cañeros.

Uno de los principales detonantes de la actividad económica en Tacámbaro y Turicato es la agricultura, destacando la producción de caña de azúcar, por lo que este problema no es ajeno y tiene muy ocupados a los cañeros de la región, quienes se han sumado a este movimiento nacional donde participan 54 ingenios azucareros distribuidos en 15 entidades del país

¡Adelante compañeros! Aunque no soy cañero, soy partidario de la lucha social y me queda claro que unidos es la única forma como se habrán de hacer escuchar.