En el marco de la III edición de la Campaña “DAME APOYO Y PROTECCION, OBSEQUIAME UNA FRAZADA O UN BASTON”, que promueve Grupo de Facto Diversidad Sexual y otras organizaciones, tuvimos la oportunidad de nuevamente compartir en las comunidades: cobijas, juguetes, ropa, zapatos y bastones; todo ello, en el municipio de Ario.
Con la alcaldesa Irma Moreno se acordó llevar esta acción a las comunidades más desprotegidas, alejadas de la cabecera municipal y de difícil acceso; también que, por cada prenda que entregáramos, el Ayuntamiento proporcionaría despensas, ropa y otros enseres.De esta manera, este domingo 17 de noviembre, el Centro de Atención Psicopedagógica (CAPPA), así como el Centro Integral de Atención Especial (organizaciones que se hacen responsables de la logística de promoción y entrega en Ario de Rosales), el H. Ayuntamiento de Ario de Rosales que preside la Edil Irma Moreno Martínez y Grupo de Facto Diversidad Sexual en Michoacán, hicimos un recorrido por las comunidades más alejadas, de difícil acceso, con mayores necesidades y con adultos mayores en su población.
Convencidos de la importancia de nuestro trabajo, visitamos cinco comunidades: El Limón; Tejamanil; Tahuenambo; Tres Palos y África. Como son estas comunidades:
Tres Palos y África, son caseríos que para llegar a éstos se hace necesario dar la vuelta a la cabecera municipal de La Huacana, hasta llegar a Mata de Plátanos y de ahí por un camino sinuoso, con una brecha totalmente descompuesta por el periodo de lluvias, llegamos hasta lo más alto de la montaña para encontrarnos primero la comunidad de Tres Palos, diez minutos después, a África.
Las dos comunidades no cuentan con todos los servicios básicos, no hay agua potable, no existe electricidad, operan en la zona escuelas Conafe y carecen de los servicios asistenciales de salud permanente.
En tanto que El Limón, Tejamanil, Tahenambo, si bien son comunidades alejadas, y de difícil acceso, cuando menos cuentan con electricidad, escuela y reciben visitas de los servicios de salud.
Aunque las cinco comunidades viven en situaciones de verdadera precariedad y marginación; considero que las mismas requieren de apoyos para realizar proyectos productivos de autoconsumo y para venta de excedentes.
Requieren de los servicios básicos y de una mayor atención no solo de sus autoridades municipales que ya trabajan con ellos, sino de apoyos de los programas de política pública para el desarrollo social y desde luego de los apoyos de la Federación.
Desde aquí mi exhorto a las autoridades estatales y la federal para que se impulsen acciones de fortalecimiento de la política de desarrollo social y de mínimos de bienestar social para las personas de dichas comunidades. La luz es una necesidad sentida de la población, en el Siglo XXI no deberían existir comunidades con este déficit.
De manera conjunta con las organizaciones y la Alcaldesa Irma Moreno Martínez, distribuimos entre las y los jefes de 125 familias (padre, madre, hijos, adultos mayores), al menos 500 personas: cobijas, bastones, juguetes para las y los niños, despensas, ropa y zapatos. Hicimos algo muy pequeño, tal vez mínimo, pero hicimos por un momento olvidar a las y los presentes del agobio en que se vive en el día a día en dichas comunidades.
Se hizo reír a muchos niños y niñas, porque en sus manos fueron depositados juguetes; hicimos que personas de la tercera edad dejaran sus bordones por bastones nuevos; hicimos que esa noche muchas personas cobijaran sus desprotegidos cuerpos con cobijas cálidas; hicimos sonrisas de familia al saber que cuando menos esa noche y en días siguientes habría que llevar a la boca porque se les entregaron despensa. Y finalmente se les entregaron ropa para toda la familia.
Regreso con una gran preocupación, la preocupación de un ser humano que vio en éstas comunidades muchas necesidades; regreso muy sensible, pero a la vez motivado porque hay mucho por hacer; regreso inspirado para motivar a otros y otras para que se sumen a estas tareas. Regreso con más dudas, regreso con la preocupación de que esta tarea requiere de mucha gente, de muchas personas que apoyen, de un gobierno sensible, de un gobierno comprometido. Regreso sabiendo que en las manos de mi dios siempre bueno pongo mi alma y corazón, así como mi razón para que me indique por dónde debo caminar, y qué puertas debo tocar.
Por último la Edil Irma Moreno Martínez reafirmó su compromiso con estos habitantes y anunció la llegada de programas que mejoren su calidad de vida.