26 julio, 2024
ROTATIVO DIGITAL

¿POR QUÉ EL PRD NO GANA EN TACÁMBARO?

Me parece de gran interés invitar a mis lectores tacambarenses, principalmente a aquellos con quienes compartimos la ideología de izquierda, que son muchos, para que hagamos un alto en el camino y se haga una reflexión seria sobre las razones por las que el PRD no ha ganado la presidencia de Tacámbaro en toda su historia.

Llama la atención que, aun en aquellas demarcaciones consideradas como bastiones del voto duro priista como Morelia, Zitácuaro, Uruapan y Huetamo, entre otros, por lo menos una vez han sido gobernados por alcaldes emanados de las filas perredistas; de igual manera, los municipios colindantes más de una vez se han pintado de amarillo: Ario (ahora gobernado por el PAN), Madero, Santa Clara, Pátzcuaro, Nocupétaro y Turicato (único municipio ganado por el PRD en la última elección local), pero tal Pluralidad no ha llegado a Tacámbaro, por lo menos no hasta ahora. Situación que lo convierte en un verdadero desafío y un interesante tema de análisis.

 

Aunque no lo parezca, el PRD nació muy fuerte en Tacámbaro; así lo pudimos constatar quienes venimos en este proyecto desde la Corriente Democrática, hasta podemos presumir el triunfo de Carmelita Gaitán, quien fue primera candidata del PRD en 1989, pero le fue escamoteado por el PRI- gobierno.

Sin embargo, después de este convulsionado episodio, el desencanto se apoderó de la militancia; la parálisis y el sectarismo fue permeando hasta convertir al PRD municipal en un partido sin estructura territorial y sin herramientas organizacionales para ser competitivo en elecciones y en los últimos años ha sido un cómodo “sparring” del PAN y del PRI.

Muchas hipótesis se han manejado respecto de las hasta ahora interminables derrotas perredistas. Hay quienes aseguran que en Tacámbaro el partido no gana por que hay un mal precedente del apellido Solórzano por relacionarlo con cacicazgos políticos de antaño.

Algunos otros esgrimen equivocadamente que el PRD es un partido de postulados comunistas y que será difícil que triunfe ante una sociedad tacambarense conservadora mayoritariamente católica y renuente al cambio. Otros más aseguran que la ciudadanía tiene la percepción de que el PRD es un partido de marginados, viejitos y “nacos.

Estas hipótesis caen por su propio peso porque, al igual que Tacámbaro, en todo el estado los michoacanos son católicos y bajo esa lógica el PRD no ganará en ningún municipio, de igual forma si fuera el apellido Solórzano un sinónimo de cacicazgo y una razón para no votar por el PRD, entonces tampoco hubieran apoyado el proyecto de Valentín Rodríguez, que estuvo tras del escritorio por 2 periodos y atrás del trono desde 1993 hasta el 2011 (con excepción del periodo de Nicolás Tavera).

Personalmente NO estoy de acuerdo en responsabilizar únicamente a factores externos de la desgracia electoral perredista en Tacámbaro, los errores internos siempre son los mismos y se han repetido de forma sistemática. Aquí harÉ referencia a algunos de ellos, que a mi juicio han sido determinantes para que la sociedad en este municipio no haya considerado hasta ahora a la izquierda como alternativa de gobierno.

Puede haber mil hipótesis al respecto; pero aquí la pregunta es ¿qué han hecho los líderes municipales en los últimos 15 años para ganarse la confianza ciudadana y revertir cualquier denostación política derivada de algún rumor tendencioso? Me temo que nada.

La carencia de estructura territorial en las comunidades del municipio denota una gran vulnerabilidad electoral y lo hace poco competitivo en elecciones, esta estratégica fortaleza comunitaria son los cimientos que vigorizan la operación política y garantizan sufragios en la urnas electorales, además que ponen al partido en posibilidad de disputar inclusive hasta una encarga- tura del orden.

A estas estructuras se les nutre a través de la operatividad de los consejos municipales que deberían sesionar con periodicidad, figuras que solo existen en el papel o en el discurso de quienes han hecho de la simulación una práctica política casi religiosa y continúan engañándose y engañando al propio partido.

Muy poco se ha hecho para incursionar en los sectores productivos tacambarenses, no se ha tenido la voluntad, visión o sensibilidad de identificar los personajes claves en el sector aguacatero para iniciar un trabajo de operación política en este sector tan estratégico, lo mismo pasa en el sector cañero, ganadero, pequeños propietarios, aguacateros, transportistas y cooperativistas.

La falta de liderazgos fuertes en el PRD de Tacámbaro lo ha convertido en centro de acopio de algunos desechos de otros partidos, que se convierten en perredistas de coyuntura solo cuando le sacan raja, lo que ha propiciado divisiones internas casi irreconciliables.

Pero lo verdaderamente inexplicable es que los grupos que se forman al fragor de las campañas que se confrontan con el poder antes de conseguirlo y también terminen tan divididos que prefieren sumarse a otro partido antes de apoyar a propio compañero, es decir “les gusta quemar su casa por ver la de enfrente arder”. Estas luchas intestinas son las causas por las que la ciudadanía no ha confiado, por lo menos hasta ahora, en el proyecto político del PRD en Tacámbaro. PRIMERA DE DOS PARTES.