En tiempos en que el sistema capitalista, en su versión neoliberal, ya es notoriamente incapaz de generar los puestos de trabajo que se requieren acentuando con ello las condiciones de pobreza de amplias franjas poblacionales, el cooperativismo constituye una alternativa viable para contrarrestar el flagelo del desempleo, afirmó Alejandro Martínez Castañeda.
Martínez Castañeda, quien contribuyó en el diseño y la coordinación del programa de capacitación organizacional y cooperativa del Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Michoacán (ICATMI), indicó que en México y particularmente en nuestro estado el movimiento cooperativo tiene una presencia marginal. Ello, consideró, en razón de que los hacedores de políticas públicas desconocen el potencial que tiene este esquema en la generación de empleos y en el bienestar social y, también, a que la legislación en la materia adolece de un marcado rezago, por lo que hizo un llamado a la legislatura local a conformar un marco jurídico adecuado para incentivar y facilitar la economía social y solidaria en que se encuentra inscrito el cooperativismo.Con estudios en cooperativismo en la Universidad Autónoma Chapingo, Martínez Castañeda aseveró que el proyecto de capacitación echado andar en el Icatmi, con el apoyo decidido de la titular de la dependencia Carmen Escobedo y concebido por su antecesor, Alfredo Ramírez Bedolla, tiene el propósito de coadyuvar en el fortalecimiento del cooperativismo en nuestros estado, por medio de un proceso de capacitación dirigido específicamente a los grupos que desean conformar una cooperativa.
Hizo votos porque este programa continúe operando con la nueva administración estatal y a que desde otras dependencias se diseñen e implementen programas de esta naturaleza, “tomando en cuenta que el desempleo se ha convertido en un fenómeno socialmente preocupante”.
En este 2012 en que se celebra el Año Internacional de las Cooperativas, el especialista estableció que una condición necesaria para fortalecer el movimiento cooperativo en México y particular en Michoacán, es que se establezcan programas públicos acordes con las necesidades del sector. Y un componente de vital importancia lo constituye el tema de la capacitación organizacional.
“Las cooperativas no se generan por decreto, desde un escritorio de un funcionario público ni cubriendo la parte formal, legal, de la constitución de este tipo de empresas sociales”, recalcó. Son necesarios, abundó, procesos de capacitación consistentes, con metodologías apropiadas, “que excluyan esquemas paternalistas que finalmente terminan perjudicando el potencial que tiene la gente para organizarse y enfrentar los problemas socioeconómicos que la agobian”, terminó.