La ausencia de 5 regidores del ayuntamiento de Tacámbaro al Primer Informe de Gobierno de Octavio Aburto Inclán no ha pasado desapercibida para la sociedad del municipio.
A excepción de la regidora panista Fanny Velázquez Mondragón, quien se encuentra de viaje por Estados Unidos, los regidores priistas Rosy Miranda y Alejandro Arévalo y los perredistas Tzitzijane Spíndola Morales y Vicente Chávez, perdieron una oportunidad histórica de contestar, alguno de ellos, el informe del alcalde Octavio Aburto Inclán, argumentando lo bueno y lo malo de la administración panista, la cual es conducida por un timonel que no trae brújula, anda a tientas y quiere gobernar como un dictadorcillo de rancho, imitando poses de gobernantes virtuales, arrogantes y hocicones.
Con la ausencia de los mencionados regidores de oposición se manifiesta, sin embargo, también un rechazo político hacia las actitudes intolerantes del edil Octavio Aburto Inclán, quien es dado a acalambrar con su voz de terciopelo de locutor, lanzando argumentos como metralleta y espantando a diestra y siniestra, claro, en una primera instancia, pero, cuando ya se le conoce su teatrito, es cuestión de escucharle y darle el avión a un político priista empanizado que va de extremo a extremo de las emociones desequilibradas, lo cual está colocando en peligro su salud mental y física.
El presidente Octavio Aburto Inclán se siente acorralado, pero no acude a buenos asesores del PAN que lo pueden sacar del charco. Se siente superman para resolver las broncotas que ha enfrentando, y enfrentará en el corto plazo, desplazando a asesores como Nicolás Tavera de su gobierno que, con su experiencia, podrían ayudarle muy bien.
Pero no lo hace y, como un político arrogante, bipolar y testarudo, se mete en cada bronca por su falta de tacto. Cree que hablando bonito va a encarar los problemas vitales del municipio y acorrala, también, a quienes lo rodean, entre ellos a los regidores de oposición, porque siente que, en ellos, está el enemigo oculto, listo para darle el zarpazo.
Octavio Aburto Inclán anda de la patada, pero, como el alcohólico crónico que no quiere aceptar su problema como un asunto de salud mental, lleva una ruta de alcalde hacia el precipicio, negando la posibilidad de la negociación seria en el honorable cabildo, donde, como la prensa, quiere que todos marchen al ritmo que él toca.
Se equivoca rotundamente.
Podrá acalambrar a funcionarios, regidores, empleados, medios de comunicación paleros como el colega Naty Arriaga y la FM de Tacámbaro, pero no con el portal de noticias Rotativodigital.com.mx que seguirá dando la batalla para que Octavio Aburto Inclán salga de la nube que le tapa la visibilidad a la realidad de su municipio.
Cuando despierte de su estupidez como político, con el tiempo, entenderá lo que le decimos en estas columnas. Mientras, dice a todos los vientos, somos sus enemigos y pagados por otros enemigos que inventa su bipolar y paranoica mente. Pobre Octavio y pobre ayuntamiento de Tacámbaro…