Madres de familia de Pátzcuaro lamentan que el festejo por el Día de la Madre llega en medio de una crisis de múltiples dimensiones, que no solamente las afecta a ellas en lo particular, sino a su entorno familiar y social.
“Mis hijos ya me avisaron que no van a venir a verme, porque tienen que trabajar, pero creo que no vienen porque no tienen dinero para trasladarse a este municipio”, dice una mujer de unos 50 años, cuyos dos hijos viven en la Ciudad de México.Por su parte, una madre soltera de la colonia Vasco de Quiroga, con tres hijos pequeños, relata que su mamá vive en una comunidad de esta localidad, “pero va a estar en chino que vaya a verla, ya que tengo que trabajar prácticamente todo el día, en que el lugar donde trabajo (una tienda de regalos) el día es de buena venta”.
De su lado, una señora de avanzada edad de plano deploró los festejos que hacen las diferentes instancias gubernamentales: “de qué nos sirve que nos den regalos, hagan rifas o nos den hasta llenar de comer, si al día siguiente estamos igual de pobres; lo que deberían de hacer es cumplir con lo que siempre prometen los políticos: que haya más empleos”.
En tanto, otra mujer cuenta que tiene más de 15 años de no ver a sus tres hijos, una mujer y dos hombres, los cuales se encuentran en el vecino país del norte. “Se tuvieron que ir porque como muchos aquí nunca encontraron un trabajo donde ganaran lo suficiente para comer aunque sea”.
Y lamenta: “es triste que te feliciten solamente por teléfono, pero ni modo, qué le voy a hacer”.
“Sin duda se ha mercantilizado hasta límites inimaginables el festejo del Día de la Madre: de ser una ocasión para estrechar lazos afectivos y familiares, ahora parece que cada hijo compite por llevarle el regalo más caro a su madre”, advierte una psicóloga patzcuarense.
Y en lo anterior, indica, los grandes medios de comunicación han jugado un papel fundamental, “ya que en ellos se da una fuerte campaña que lanza el mensaje de que la mejor forma de agasajar a la madre es comprándole bienes materiales”.
“Más que mandarles una felicitación, exhortaría a las madres a la reflexión, a que tomen conciencia de que la plenitud de una mujer no se alcanza con ser madre, sino una persona consiente, que se valore y se dé cuenta que es posible la transformación social por medio de la participación ciudadana”, opinó por su lado la promotora cultural Alma Gloria Chávez