La gestión para lograr inscribir con letras de oro en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro el nombre de Gertrudis Bocanegra no se ha concretado, porque han predominado intereses políticos y partidistas de quienes han iniciado los trámites correspondientes, consideró el historiador patzcuarense Eugenio Calderón.
Al conmemorarse este día 11 de octubre el aniversario luctuoso número 196 de la heroína insurgente, Calderón sostuvo que a las autoridades municipales les ha faltado interés para lograr la inscripción de su nombre en el mencionado recinto legislativo.Hizo saber que diferentes autoridades locales y otras instancias han intentado por lo menos tres veces concretar la anterior gestión, sin que hasta el momento se haya logrado el resultado deseado.
De acuerdo con el también periodista, dicha gestión “se ha politizado e incluso partidizado” por parte de autoridades locales y los legisladores que en su momento han comenzado con los trámites respectivos, y ello ha impedido que Gertrudis Bocanegra reciba el citado reconocimiento, el cual merece por su innegable contribución a la causa independentista del país, destacó el profesionista patzcuarense.
Cabe hacer mención que hace un año la alcaldesa Salma Karrum Cervantes anunció que se retomarían las gestiones iniciadas por administraciones pasadas para lograr inscribir el nombre de Bocanegra en el recinto de la Cámara de Diputados. A la fecha, las autoridades locales no han comunicado nada al respecto.
El también historiador de la UMSNH, Moisés Guzmán Pérez, durante una conferencia que ofreció en esta ciudad, dijo que la prócer patzcuarense hasta el momento no ha tenido el reconocimiento nacional que se merece como una heroína que murió por la Patria y por los ideales de libertad.
Este día el ayuntamiento local celebrará un acto por el aniversario luctuoso de Gertrudis Bocanegra en la plaza que lleva su nombre.
La insurgente fue hija de padres españoles, comerciantes de clase media. Se casó con Pedro Advíncula de la Vega, un soldado de la tropa provincial de Michoacán. Sirvió como correo de los insurgentes en la región de Pátzcuaro y Tacámbaro. Fue muy hábil al armar una red de comunicación entre las principales sedes de la rebelión independentista.
En la etapa de resistencia de la guerrilla insurgente, Bocanegra fue enviada a Pátzcuaro con el propósito de ayudar a la toma de la ciudad por parte de los rebeldes. Pero fue descubierta, y luego hecha prisionera por el ejército real. Sometida a tortura para que delatara a otros participantes de la guerrilla, Bocanegra se negó siempre a dar información a los españoles. Finalmente fue enjuiciada y encontrada culpable de traición. Fue sentenciada a muerte y fusilada el 11 de octubre de 1817 en un árbol de la plaza San Agustín (hoy Vasco de Quiroga) de esta ciudad.