Alejandro Martínez Castañeda
25 de diciembre de 2020.-La Nochebuena no fue igual que años pasados para una familia moreliana, pues dos de sus integrantes tienen síntomas de COVID 19, “y la pasamos separados, estando en la misma casa, ante el miedo de contagiar a más familiares”.
Vía telefónica, Humberto, padre de familia, relata que desde hace 4 días dos de sus hijos varones, de 24 y 26 años de edad, presentaron síntomas leves compatibles con el COVID-19, por lo que las autoridades sanitarias les recomendaron confinarse durante al menos 15 días, y tomar las medidas sanitarias correspondientes.
Dicha familia vive en una colonia popular de la capital michoacana. La forman, además de Humberto, su esposa y 4 hijos, dos de los cuales son menores de edad, una niña de 11 años y una adolescente de 15.
“Desde que mis hijos presentaron síntomas se aislaron, cada quien en un cuarto, y desde entonces vivimos con un miedo terrible de que puedan estar enfermos, pero, más miedo nos da que puedan contagiar a su mamá que es diabética”, dice el angustiado padre de familia de 51 años de edad.
Confía, sin embargo, en que, aunque pudieran ser portadores del virus, “saldrán adelante”, pues son jóvenes y, “según nos han dicho los médicos, tienen buenas defensas”.
Reconoce que sus hijos salían juntos de forma frecuente: “iban a fiestas, bares y reuniones con amigos”, por lo que seguramente se contagiaron en alguno de esos lugares.
La Nochebuena fue, por tanto, diferente en esta ocasión para esta familia. “Sí preparamos cena navideña, pero solamente nos sentamos en la mesa familiar 4 de nosotros; mis hijos estuvieron en sus cuartos y ahí cenaron”, cuenta.
Vivir con miedo y angustia es “algo que no se lo deseo a nadie”, dice Humberto, quien trabaja por su cuenta vendiendo diversas mercancías.
“Veo a mi esposa muy angustiada, deseando que pasen rápido los días para que sus hijos ya estén bien, y yo trato de conservar la calma, pero lo cierto es que ni puedo dormir bien”, agrega.
