Un vaso de leche con un delicioso pan y abordamos la camioneta que nos llevará a San José de las Sidras para recibir al personal de la Secretaría de Obras Públicas del municipio de Villa Madero, Michoacán, que verificará el sitio donde se invertirán ciento sesenta mil pesos autorizados –gracias a la lucha del Movimiento Antorchista- para la apertura de un camino, no porque no lo haya, sino porque el existente es demasiado abrupto y peligroso, sobre todo en los puntos más cercanos al puente.
San José de las Sidras es una localidad ubicada en plena zona serrana de Villa Madero, para llegar hay que transitar por las “faldas” de los cerros hasta “La Loma”, donde metros más adelante el transeúnte inicia el descenso de la inclinada pendiente hasta llegar a la barranca. Entre más se acerca a uno al sencillo puente suspendido sobre el río el camino se va inclinando más, por lo que anticipadamente tuvieron que haberse revisado los frenos del vehículo para no precipitarse sobre el puente. Ya en el puente, viene ahora el problema del ascenso. Si usted no cuenta con vehículo 4×4 vale más continuar caminando, principalmente si es época de lluvias y el camino se encuentra húmedo o lleno de piedras a consecuencia de los continuos derrumbes.Ya arriba, en la localidad, después de suspirar con alivio y de dar gracias a la madre naturaleza por haber llegado con bien, intercambiamos frases con los lugareños para ubicar el sitio de la apertura. “Desde un principio el camino debieron abrirlo por allá”, manifiesta un lugareño señalando otras partes de las faldas de los cerros, mucho antes del cruce del río, “así no se correría tanto peligro”. “Y entonces, ¿qué pasó? Si a leguas se ve que era la vía más adecuada”. “Es que salía muy caro”, fue la resignada respuesta.
Todavía instantes antes de la llegada del personal de Obras Públicas, los habitantes del lugar deliberaban sobre el sitio en el que habrían de ejecutarse los recursos asignados. Entre las propuestas, algunas hablaban de rectificar el declive antes del puente, otras, después. “Pero así no se resuelve el problema -se les señaló- de uno o de otro lado la inclinada pendiente impedirá bajar o subir sin peligro”. “Y qué le hacemos, hacer otro camino sale muy caro. Hace años vinieron unos ingenieros y anduvieron midiendo pero decidieron echar el camino ‘por ai’ porque salía más barato”. “¡Pero eso es un riesgo constante para la vida de ustedes y de todos los que pasamos por ahí!” “¡Pero siquiera ya podemos pasar!”, se escuchó decir.
“Pero es que ya no estamos igual que antes”, les dijo mi acompañante, “hoy tenemos cuatro diputados antorchistas en la Cámara Federal; podemos pedir que se haga un proyecto bien elaborado y lo mandamos para que ellos no ayuden a ‘bajar’ recursos”. “Así es, afirmé, si el municipio no puede o no quiere invertirle a una obra para elevar la seguridad de la vida de sus pobladores, ellos sí están dispuestos a gestionar obras para el pueblo pobre”. “¡No, pus si es así, vamos a echarlo por ai!”, empezaron todos a asentir animados.
Y fuimos a visitar el sitio correcto para la apertura del camino. Los funcionarios (en su papel; total para eso están) hacían comentarios desalentadores: “pero para eso no alcanza el recurso”, “eso ya requiere de un proyecto”, “se tendría que construir otro puente”, “¡no sale en menos de seis millones de pesos!”. “¡Se puede hacer; aunque fuera por etapas!”, afirmó un campesino ya más convencido de que organizados con Antorcha sí se puede. “¡Ora, tú!” empezaron a bromear entre ellos, “lánzate de presidente municipal y nos haces el puente”, conscientes de que muchas obras necesarias no se llevan a cabo -en buena medida- por falta de voluntad de nuestros gobernantes.
La visita terminó. Acordamos con los funcionarios que este año se elaborará el proyecto de apertura del camino y construcción de puente vehicular. Nos despedimos y nos retiramos del lugar preparados para resistir otra vez nuestra odisea e imaginando –al atravesar el puente- que los diputados antorchistas están trabajando, como ángeles de la guarda, ¡para salvar la vida de los mexicanos en cualquier lugar!