Autor: Profr. Uriel López Guillén
Cinco de enero de 1814,
Hacienda de Puruarán,
Donde los hombres de Morelos,
Tendrían una batalla sin par.
Morelos llegó con muchos hombres,
A resguardarse a la hacienda,
Quién dijera que a la postre,
Se iniciara una contienda.
El 23 de diciembre
Del año de 1813,
En Valladolid sus hombres,
Sostuvieron un combate.
Insurgentes y Realistas
Mantuvieron esa lucha,
En la que por desgracia,
Se perdió esta contienda.
Morelos se replegó
Y se reunió con Rayón,
Ahí dio la orden
Que Matamoros fuera jefe del batallón.
Matamoros se acampó
En la hacienda de Puruarán,
Y una batalla empezó,
“La batalla de Puruarán”.
Francisco Orrantia iba al mando
De los soldados realistas,
Atacó por todos lados,
Rompiendo aquellas filas.
El desconcierto imperó,
En los hombres de Matamoros,
Y todo mundo se dispersó,
Casi acabaron con todos.
Matamoros debajo del acueducto
Se escondió por un momento,
No esperaba el indulto,
Sabía que no querrían hacerlo.
Matamoros fue entregado
Al Comandante Pío María Ruíz,
Luego sería fusilado
En la capital Valladolid.
En un reporte certero,
Aunque para unos incierto,
Hubo 700 prisioneros
Y 600 hombres muertos.
Matamoros rindió declaración
Al General Ciriaco Del Llano,
Diciendo que su condición,
Era la Independencia del mexicano.
Lo pasaron por “Hacheros”,
Tzatzio y Santa Clara,
Llegando a Pátzcuaro,
Una lluviosa madrugada.
Ahí lo expusieron en la plaza del lugar,
Y después se lo llevaron a Valladolid,
Donde lo iban a fusilar
Y así tenía que morir.
El día tres de febrero,
Qué fecha tan sin igual,
Pues con disparos certeros,
Mariano habría de acabar.
Fue fusilado el Insurgente,
Brazo derecho de Morelos,
El que peleó con su gente,
Defendiendo así a su pueblo.
La Batalla de Puruarán,
Quedó escrita en la historia,
Y no se debe olvidar,
Debe estar en tu memoria.
La muerte de Matamoros,
Igual que la de sus hombres,
Debe alentarnos a todos,
A luchar por causas nobles.
Puruarán rinde homenaje
A los hombres perecidos,
Y debe de celebrarse,
En memoria de los caídos.