9 marzo, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Así somos…

Lic. Alfredo Castañeda Flores      ANALISTA

 

17 JUNIO 2022.-La historia la escriben los ganadores y, por supuesto, a su gusto y conveniencia, no es real, mucho menos verdadera, sin embargo en México la mayoría se sienten descendientes de dioses y emperadores, pero al mismo tiempo se contradicen porque se avergüenzan de su origen indígena.

 

Vivimos en un país de hipocresías, mentiras, manipulación y doble discurso, eso da como resultado lo que somos un país pobre cultural, social y económicamente, carente de verdaderos valores que cimenten lo que pretendemos ser.

 

Ya he señalado en entregas anteriores que en el extranjero no somos vistos como un buen ejemplo de algo, en la mayoría de ocasiones nos rechazan, aunque muchas veces, por el tipo de idioma, no se entienda o se pretenda ignorar el verdadero significado, y el discurso político señale lo contrario, haciéndonos creer que somos el país más querido en el mundo.

 

Pero no es necesario salir del país para darse cuenta de lo mal que estamos, basta con observar lo que ocurre a nuestro alrededor, cómo actúa la gente a cada momento, tal parece que no razonan, porque su proceder eso hace pensar, ¿lo dudas?, estos son algunos de esos momentos nada agradables que vivimos a diario:

 

La gente todo el tiempo anda con prisa, no hay paciencia para hacer las cosas, se hacen haber que sale y por supuesto, salen mal o no duran. La prisa provoca imprudencia, lo que a su vez propicia incidentes y accidentes que varían de grado de gravedad.

 

Tanto en la calle como banquetas, que son públicas, no propiedad de nadie, estorban con automóvil, con mercancía, con su persona, no permiten el libre tránsito de la gente, sea a pie o en vehículo.

 

Los de a pie, habiendo puente peatonal, cruzan las calles o avenidas, provocando accidentes. Los de auto no respetan los señalamientos viales, ni el 1X1, ni el semáforo, ni los cruces marcados para girar derecha o izquierda, provocando caos, en lugar de que todo fluya más rápido. Así es la estupidez, todo lo hacen más lento y problemático.

 

La gente que vende alimentos en la calle, sean puestos fijos o ambulantes, no cuidan las medidas básicas de higiene, eso se puede ver, observando su manera de vestir, la mayoría lucen sucios, desaliñados, no importa la calidad de la ropa, pero si la limpieza y si eso se ve en la calle, imagina ¿Cómo será la preparación en casa? Un caso real, es la preparación de la nieve en casa, ésta es para tiempo de calor y cuando hace calor, hasta sin hacer movimientos, empezamos a sudar, imagínate lo que pasa cuando la preparan, que tienen que girar los botes, el sudor cae en el producto, ahí se mezclan sudor y producto. (guácala), si desconoces el modo de preparación de la nieve artesanal (hecha en casa), no lo imaginas, pero los que si lo sabemos, ya pensamos dos veces en comprar una rica nieve en la calle.

 

Las universidades, tanto públicas como privadas, tienen en sus filas a los ex alumnos menos brillantes como docentes, entonces imagina cuál será el resultado de las nuevas generaciones de profesionales.

 

Lo mismo pasa en los niveles de primaria, secundaria y bachillerato, no precisamente, son los docentes más capacitados los que ocupan las mejores plazas, desde ahí empezamos mal. Por eso la educación nacional es cada día más mala. Porque muchos estudian para profesor pensando en tener una base y un sueldo atractivo, pero sin vocación, otros heredan las plazas y otros las compran, así es nuestro país de corrupto.

 

Siguiendo ese camino de mediocridad, es frecuente encontrar profesionales impreparados, terapeutas, sicólogos y/o siquiatras más enfermos que la gente normal, nutriólogos, cardiólogos, médicos de todo tipo obesos, y así respectivamente, contrario a lo que pretenden atender. Y ¿cómo será distinto, si desde el primer eslabón de la cadena educativa se empieza mal?

 

Por otro lado, están los individuos que no llegaron a la universidad, que se quedaron en la primaria, secundaria o bachillerato, este grupo selecto es mayoría en la cadena laboral mexicana, provocando innumerables fallas y pérdidas económicas para las empresas donde se admiten, porque su desempeño y capacidad laboral es muy limitada, además de que en la actualidad, no les gusta tener responsabilidad, le huyen al compromiso, además de que sin tener la preparación para nada, pretenden ganar más y cambian constantemente de empleo, todo eso genera pérdidas económicas en los negocios, pequeños, medianos y grandes, porque la capacitación pagada que se les dio no sirve de nada, al cambiar, sin previo aviso, de empleo, aunque muchas veces, la situación económica y laboral sea peor, por no tener una idea clara de lo que en realidad buscan. Se dejan llevar por la ambición sin ofrecer mucho para merecerla. Así es el mexicano promedio, se siente merecedor de todo, sin ofrecer nada. Eso ocurre en todo, por eso tenemos el país que merecemos.

 

Es grotesco, en verdad, lo que vemos a cada rato, en cualquier rincón del país, la ignorancia supina que la mayoría de mexicanos presenta sin remedio. Parece que el cerebro no lo han estrenado, sin importar la edad que se tenga, aunque claro, las nuevas generaciones, están resultando peor, quizás porque no dejan el celular ni en las aulas escolares, quizás por el encierro durante la pandemia, por las vacunas recibidas por el coronavirus, pero todo eso y las enfermedades mentales se han incrementado dramáticamente durante los recientes dos años. ¿Y el gobierno? Entretenido, como siempre, en conservar el poder, y que la gente viva como quiera, aunque cada vez sea de peor manera, afectando a los pocos que hacemos las cosas lo mejor posible. ¡Ponte atento!