31 enero, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Apatía, ignorancia y/o estupidez…

Lic. Alfredo Castañeda Flores      ANALISTA

27 sept. 2024.-En anteriores entregas he señalado el papel mediocre de la mayoría de mexicanos en la conformación de la vida pública, política, social de nuestro país.

No es digno de alabar que más de cuarenta millones de nacionales dejen de acudir a las urnas a votar en tiempos electorales. Simple y sencillamente es una vergüenza de esos que lo hacen, porque están demostrando su falta de cultura política que por supuesto perjudica al país.

El ignorante siempre justifica su no hacer, con innumerables pretextos, pero la realidad es que hacerlo, solo demuestra apatía, ignorancia y/o estupidez, porque su inacción perjudica a todos.

Queda claro, que, aunque estudien o no, la mayoría de la gente cree que la política es algo aparte de lo demás, que no afecta a favor o en contra todo lo que hace en su vida. Cuanta ignorancia es eso, porque se quiera o no, la política está inmersa en todo, nada se mueve o se deja de mover sin que intervenga e influya la política.

Desde tiempos remotos, Aristóteles concibe al ser humano como un zoon politikón (un animal político, un animal cívico), un ser que dialoga y que vive en sociedad, y que si es libre debe implicarse en el gobierno de las polis. Es decir, un ser que habla y que no puede vivir si no es en sociedad; la primera de las cuales es la Oikos (el hogar, la familia), pero que también, si es libre, debe implicarse en las polis, en el gobierno de la ciudad.

Así de claro, somos un país con ciudadanos libres, entonces tenemos el derecho y la obligación de participar en todo lo referente a la forma de gobierno, de estructura social, de todo lo que vemos, tenemos y pertenecemos, sin embargo, en México, no es así, aquí al contrario la mayoría no lo hace, porque desconoce lo más elemental y básico, porque es apático, ignorante y raya en la estupidez.

Pero, eso sí, la mayor parte del tiempo está hablando estupideces, valga la redundancia, pero cuando se necesita su intervención para modificar cualquier área, dependencia o institución, desaparecen, no participan, no votan. Porque según ellos tienen una vida de tranquilidad, un empleo, una familia y no necesitan de la política para estar igual o mejor. Vaya incongruencia.

Se dice, y con justa razón, que nueve de cada diez ciudadanos del mundo son estúpidos, también que nueve de cada diez tienen algún problema sicológico o mental de distinta proporción, que solo el uno por ciento de la población mundial, concentra el noventa por ciento de la riqueza mundial, y otras estadísticas más, pero que, si lo notas, siempre es el mismo porcentaje, un uno de diez o de cien, los que tienen su vida verdaderamente en paz. Son los que dominan al mundo, tanto en lo político, económico y social. Son ese pequeño grupo que existe en cada país, que tienen y hacen lo que ellos quieren y no tienen que andar siguiendo a otros sujetos peores que ellos, como lo hacemos los mexicanos.

¿Por qué es así? Por la mentalidad, ese grupo privilegiado no hace las cosas al ahí se va, todo lo hacen previamente analizado, razonado, reflexionado, y aunque, volviendo a lo mismo, los mediocres en pobreza, los ataquen, siempre lo hacen pensando en obtener beneficios de todo tipo, ese es el bien común que ellos buscan, estar bien ellos y su familia. Por supuesto que eso no es criticable, cualquiera con dos centímetros de frente hace lo mismo, aunque guardando las debidas proporciones, pero el que carece de todo, principalmente de ideas positivas para mejorar su vida, siempre verá mal los triunfos ajenos.

Los de mente débil dicen que van a hacer y deshacer, que conquistarán al mundo, pero como se dice, saltan, brincan y caen en el mismo lugar, porque solo de momento les surge una idea a medias de que pueden destacar en X o Y actividad redituable, pero no ven a futuro. Algunos si se animan a intentarlo, aunque muchos fracasan, pero la mayoría jamás alcanzan ese “sueño”, porque el miedo, la desidia, la ignorancia, la cobardía, no les permite siquiera intentarlo.

Es triste y a la vez cansado, convivir con tanto sujeto mediocre, apático, ignorante y estúpido, con los que no se puede platicar, hablar, charlar de temas importantes que nos benefician o perjudican, porque los desconocen, o que, por sus fobias o filias, hacia determinado grupo, ideología o partido político, tienen ideas sesgadas y por supuesto equivocadas, total o parcial, y de ahí no los sacas, aunque les des argumentos y razones congruentes, no cambian su parecer. Ya no se diga para tomar acciones para tratar de modificar alguna política pública que afecte a la sociedad, sea general o parcial, porque de inmediato aflora su incongruencia, señalando pretextos, pero el principal de todos, que no les interesa la política, además, que no les afecta, que todos son iguales, que roben otros, que antes robaban más, y una sarta de idioteces, que para nada benefician al país.

Por supuesto que los políticos conocen la idiosincrasia nacional y se preparan para manipular a las masas, porque cuando hay campañas, todos a los que les preguntas sobre el proceso, tienen su voto decidido, pero una vez pasadas las elecciones, resulta que ninguno de ellos votó. Entonces, ¿Qué pasó? Miedo, temor. Eso les da reconocer que votaron por la opción perdedora. Y también por la ganadora, si en el futuro no hacen un buen papel. Dijeran nuestros abuelos, se amarran el dedo para que no se les juzgue por hacer o no hacer. Si que estamos jodidos mexicanos. Antes de cualquier cosa, todos tienen una respuesta, después de ocurrida todos se esconden. Así somos los mexicanos.

Al mexicano promedio le interesa los temas frívolos, triviales, estúpidos, esos que los idiotizan aun más de lo que ya están, son buenos para hacer ganar dinero a otros que se comportan como la mayoría son, ahora conocidos por distintos nombres que aparecen en las redes sociales, influencers, tiktokeros, etcétera, pero que en realidad solo entorpecen más la débil mentalidad de la gente, haciendo cosas sin sentido que les generan likes y recursos. Ahora la TV pasó a la historia, lo de hoy es el internet por las redes sociales que mantienen entretenidos a las masas, eso por supuesto beneficia a unos cuantos que no descansan ni se pierden en atajos negativos, ellos saben lo que buscan, lo que quieren y lo hacen, no solo dicen que lo van a hacer, pero no cuando, como la mayoría de mexicanos.

Hoy en día los temas de plática son los videos de X o Y individuo, eso cuando lo hay, porque en otras reuniones familiares o de amistad, de plano nadie habla, están entretenidos revisando, viendo o jugando en su teléfono celular. Pocas veces hay esos debates de antaño, que a nosotros nos tocó vivir. Qué triste. Pero esa es la actualidad que estamos viviendo. Eso nos hunde aún más como sociedad y como país. ¡Ponte buzo!