Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
18 DIC. 2021.-La vida es muy corta, nadie sabe cuándo y cómo perecerá, por lo que es necesario vivir lo mejor posible. Esto debe comenzar desde la niñez, con una alimentación sana por parte de los padres de familia hacia sus hijos, tener una importante dosis de inteligencia emocional (lo que es difícil), para no traumar, afectar o acomplejar a nuestros hijos, mostrar una conducta aceptable, tanto en la casa, como en el trabajo y la calle.
Se ve difícil, ¿verdad? Pero se puede comenzar poco a poco, si nosotros y los gobernantes en verdad se preocuparan por la salud de los gobernados, lo que desafortunadamente en nuestro país no sucede, porque les interesa tener gente enferma física y emocionalmente, además de ignorante, porque estando así, son fácilmente presa de la manipulación, la persuasión y el engaño, pues una gente con problemas mentales, económicos y una deficiente calidad educativa, no ve más allá de lo que le indican sus pastores, creyendo todo lo que a los políticos les conviene que crean. Lo mismo ha sucedido desde hace dos siglos, con la religión predominante en el mundo. Sólo que sí hay culturas destacadas en estos aspectos (espiritual y económico), como los asiáticos budistas e islámicos, los europeos y las islas de Oceanía.
Una gente con pobreza mental y económica requiere que todo el tiempo se le esté indicando lo que debe hacer, cómo lo debe hacer y por dónde debe andar, para no interferir en los planes de los poderosos, pero sobre todo, para que no despierte, dándole migajas de “poder” y dádivas monetarias, como los programas sociales que los mantiene en la pobreza y sin aspiraciones de sobresalir, porque mientras tengan dinero para mal vivir, mal comer, beber alcohol, hacer fiestas y hasta otras adicciones diferentes, son “felices”.
¿Y el valor?, te preguntarás, amable lector. Para todo y en todo, se necesita firmeza, decisiones a prueba de todo, eso, es valor. En este nuestro México, donde nos han enseñado las cosas al revés, donde se muestra el resultado, pero no el proceso, donde se pretende que las cosas sucedan por obra y gracia del Espíritu Santo, de Dios, del Universo, de la naturaleza (según tus creencias), donde se tiene fe en la religión, pero al mismo tiempo se cree en la brujería, el azar, donde hay innumerables supersticiones que contrastan con lo que dicen profesar. A la gente le gusta que le lean la mano, el café, el tarot, llevar presentes a la iglesia, a las imágenes hechas de madera, barro o yeso, hacen mandas de distinta índole, que de nada sirven, pero ahí está la contradicción.
El más grande genio conocido de nuestros tiempos, Albert Einstein, acuñó innumerables frases que dejan mal parada a la mayoría de seres humanos y la siguiente encierra, una gran verdad, por el tema que estoy analizando. “Todo aquello que el hombre ignora no existe para él, por eso el universo de cada uno se resume en el tamaño de su saber”. No requiere de más explicación.
Los gobiernos hacen y deshacen con la gente lo que ellos quieren, provocan tragedias que distraen a las pocas mentes pensantes, utilizan los deportes, la farándula, instituciones sociales, educativas, de salud, de asistencia, a las figuras reconocidas mediáticamente como distractores a discreción, pero siempre a su conveniencia. Nada se mueve sin su anuencia. Nada se entrega por merecimiento, cualquier premio, medalla o galardón, lleva la bendición presidencial, gubernamental o municipal (según el nivel de gobierno de que se trate), los hay que incluso hasta se compran y venden al mejor postor. ¿Lo dudas?, este año, la tan nombrada medalla Belisario Domínguez, que entrega el Senado de la República, le fue entregada a Ifigenia Martínez, una mujer de edad avanzada que siempre ha sido de izquierda, lopezobradorista, que si le buscas a su historia personal, ningún merecimiento tiene para obtenerla, y la recibió. Y así cualquier otro entregado que recuerdes.
Nosotros, los que estamos en una etapa intermedia de nuestra vida, incluso los jóvenes universitarios, necesitamos de valor para vivir, estamos en una total descomposición como sociedad, se ha incrementado, con la tolerancia y manipulación del gobierno, el consumo de alcohol, drogas, problemas y enfermedades sicológicas, el uso indiscriminado de tatuajes, la homosexualidad femenina y masculina, los delitos comunes (asalto, robo, violación), etc., lo que en nada ayuda para ser una mejor sociedad. Todo lo anterior va en detrimento del país. Requerimos de valor para encauzar a la sociedad, porque en unos años, esto perderá el rumbo que aún puede rescatarse, pero tenemos que comenzar a trabajar, en cualquier rincón que habitemos, haciendo que tomen conciencia las nuevas generaciones, de que no es correcto, lo que pretenden imponernos mediante decretos, reglamentos y leyes
Se necesita valor para decir no a lo que perjudica nuestra salud física y mental, saber decir no es un poder que muy pocos tenemos, no importa que el otro u otros se molesten con nosotros, si algo va en contra de nuestros valores conocidos, debemos rechazarlo, la mayoría de adictos así comenzaron, agradando a los demás, y ahora están en un laberinto del que jamás saldrán, quizás se controlen, pero está latente siempre el riesgo de volver a caer en las garras del vicio. Muchas parejas se juntan o quizás se casan, sin haber dicho que no a lo que les molesta del otro (a), y terminan separándose o unidos pero siendo infelices, muchos están en el trabajo equivocado por necesidad (dicen ellos), pero es por no tener el valor de buscar el que les agrada. Y así cualquier mala decisión que recuerdes es por la falta del valor necesario para hacer lo contrario (correcto), así que, amable lector, si lo has hecho, enhorabuena, continúa así, en caso contrario, si tus decisiones siempre han sido timoratas, pensando en agradar a los demás, aun en contra tuya, cambia, porque nadie te agradece lo que haces por ellos y el perjudicado siempre eres TÚ. Se necesita valor para convertirnos en un mejor país, una mejor sociedad, un mejor ser humano. ¡¡¡Ponte atento!!!