21 diciembre, 2024
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Utiliza la ausencia para ganar respeto…

Lic. Alfredo Castañeda Flores       Analista

16 oct. 2020.-Demasiada oferta reduce el precio: cuanto más te vean y oigan, tanto menos necesario te considerarán los demás. Si ya has afirmado tu posición dentro de un grupo determinado, un alejamiento temporario hará que hablen más de ti, e incluso que te admiren. Deberás aprender cuándo alejarte. Recuerda que la escasez de un recurso incrementa su valor.

 

Todo en el mundo depende de la ausencia y de la presencia. Una presencia fuerte llamará la atención sobre ti, dado que brillarás más que quienes te rodean. Pero, inevitablemente, se llega a un punto en que el exceso de presencia produce el efecto contrario: cuanto más seas visto y más se hable de ti, tanto más se ira degradando tu valor. Te conviertes en costumbre. Por más que procures ser diferente, sutilmente y sin saber por qué, la gente empezará a respetarte cada vez menos. Tienes que aprender a retirarte en el momento adecuado, antes de que los demás te aparten. Es algo así como jugar a las escondidas.

 

Donde la verdad de esto se hace más evidente es en el ámbito del amor y la seducción. En las primeras etapas de una relación, la ausencia del ser amado estimula la imaginación y genera una especie de aura. Pero esa aura se va esfumando a medida que tú lo conoces, es decir, cuando la imaginación ya no tiene espacio para desplegarse. El ser amado se convierte en una persona como cualquier otra, cuya presencia es algo rutinario, común y corriente.

 

En el momento en el que permites que te traten como a cualquier persona, ya es demasiado tarde: has sido devorado y digerido. Para evitar que esto suceda, es necesario que hagas sentir hambre de tu presencia. Despierta respeto mediante la amenaza de marcharte para siempre. Ve creando un esquema de presencias y ausencias.

 

Aléjate por completo durante un tiempo, y lograrás crear una especie de muerte antes de la muerte. Y cuando vuelvas, será como si hubieses regresado de la tumba: te rodeará un cierto aire de resurrección y la gente sentirá alivio ante tu retorno.

 

Actualmente, en un mundo inundado de presencias a través de un fluir incesante de imágenes, el juego de la ausencia deliberada es aún más poderoso. Raras veces sabemos cuándo alejarnos y desaparecer, y ya nada parece privado, de modo que alguien que es capaz de desaparecer a voluntad nos inspira más respeto.

 

Otro aspecto más cotidiano, que demuestra aún más su validez, es la ley de la escasez, que se observa en las ciencias económicas. Al retirar algo del mercado, se genera un valor instantáneo para ese producto u objeto.

 

Aplica la ley de la escasez a tus propias habilidades. Logra que lo que tengas que ofrecer resulte difícil de encontrar, y de inmediato incrementarás tu valor.

 

Siempre llega un momento en que los poderosos se quedan más de lo deseable. Nos hemos cansado de ellos, les hemos perdido el respeto; los vemos iguales a todo el mundo, lo que equivale a decir que los vemos peor, dado que inevitablemente comparamos su estatus actual con el que tenían antes. Es todo un arte saber cuándo retirarse. Si se lo ejerce de la manera correcta, se gana el respeto perdido y se retiene parte del poder.

 

Si estás demasiado presente, el aura de poder que has creado a tu alrededor se desgastará con facilidad. Invierte la situación: vuélvete menos accesible, e incrementarás el valor de tu presencia.

 

El sol. Sólo puede apreciárselo por su ausencia. Cuantos más largos sean los días de lluvia, tanto más se ansía el sol. Pero demasiados días calurosos y soleados nos abruman. Aprende a mantenerte a oscuras y haz que la gente pida tu regreso.

 

Utiliza tu ausencia, amable lector, para crear respeto y estima. Si la presencia reduce la fama, la ausencia la aumenta. Un hombre que, al permanecer ausente, es considerado un león, se convierte, cuando está presente, en alguien común y ridículo. Los talentos pierden su lustre si nos familiarizamos demasiado con ellos, dado que es más fácil ver la corteza externa de la mente que su rico interior. Incluso los genios más destacados hacen uso del retiro, de modo que la nostalgia generada por su ausencia los vuelva más estimados.

 

Lo anterior sólo es aplicable cuando se ha alcanzado un cierto nivel de poder. La necesidad de retirarse sólo aparece después de que hayas establecido tu presencia. Si te vas demasiado pronto, es decir, antes de haber obtenido la cuota necesaria de poder y respeto, simplemente serás olvidado.

 

Cuando recién hagas tu aparición en el escenario del mundo, generas una imagen bien reconocible, reproducible y visible en todas partes. Hasta tanto no hayas alcanzado esa posición, tu ausencia será peligrosa: en lugar de atizar las llamas del interés de los demás, las apagarás.

 

De forma similar, también en el amor y en la seducción la ausencia solo resulta eficaz una vez que chayas envuelto a la otra persona con tu imagen y tu presencia. Todo debe recordar de tu presencia al objeto de tu amor, de modo tal que, cuando decidas alejarte, el otro piense siempre en ti, te vea siempre con los ojos de la mente y el corazón.

 

Recuerda: al principio de cualquier relación, procura ser omnipresente. Sólo lo que se puede ver, apreciar y amar puede ser extrañado en su ausencia. ¡Ponte atento!