Los comerciantes del mercado siguen trabajando entre las aguas pluviales estancadas en el destrozado piso de concreto y entre la basura que ellos mismos generan diariamente y que dejan al final de la jornada de trabajo, dicha basura, ahora en tiempo de lluvias, es arrastrada por las corrientes de agua hacia las coladeras que finalmente son taponeadas por los desechos.
Lo anterior ocasiona que los consumidores que acuden al mercado a surtir su despensa, corran el riesgo de un accidente debido al estancamiento de las aguas pluviales revueltas con residuales, lo que ocasiona fétidos olores y, aunado a lo anterior, resulta ya muy difícil caminar por algunas calles adyacentes al mercado municipal, principalmente por la calle Libertad, la que se encuentra totalmente destrozada y más aún, el problema se acrecienta con el gran número de carretas de mano de los estibadores o cargadores, que se desplazan con bastante carga por las calles del mercado, provocando accidentes entre las personas que acuden a comprar, e incluso entre los comerciantes ambulantes.
Hasta ahora, ni las autoridades del municipio han podido poner orden a la anarquía reinante desde hace años en el área del mercado y la explanada municipal, donde los comerciantes que se instalan en las calles casi no dejan espacio para caminar, mucho menos para el tránsito de las carretas de mano cuyos estibadores se pasan de manera atrabancada sin importarles que atropellen a las personas y hasta se ponen violentos si alguien se atreve a reclamarles. Cabe mencionar que desde hace años existe un reglamento para los cargadores, donde se establece un horario de trabajo y para poder disponer de sus carretas en el área del mercado y, después de dicha hora, deben utilizar los llamados “diablitos”, pero no acatan su propio reglamento.
De la misma manera, la mayoría de los comerciantes que diariamente se instalan en las calles del mercado municipal ocupan casi toda la calle, dejando un reducido espacio, tanto para los consumidores, como para los cargadores y sus carretas de mano, por lo que urge que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto o esperan a que ocurra algo grave para poder intervenir, al decir de quienes acuden a surtir su despensa.
En la administración de la ex alcaldesa ya fallecida, Salma Karrum Cervantes, se trató de arreglar la calle de Libertad, pero algunos comerciantes se opusieron por lo que se suspendió la obra y la calle ahí sigue cada vez más destrozada y causando más peligro para quienes transitan por ahí.