1 mayo, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Un ser triunfador…

México es un país pobre, atrasado y sobretodo, retrasado, en muchos aspectos, la idiosincrasia histórica nos hace creer que descendemos de una cultura grandiosa, maravillosa y muchos se sienten orgullosos de sus raíces, pero al mismo tiempo se avergüenzan de ellas, y lo podemos observar todos los días y en distintas acciones que tanta gente desadaptada realiza. Aunado a eso, la mezcla con los españoles dio como consecuencia lo que actualmente somos. España es una cultura retrógrada, comparada con el resto de países europeos, son racistas, se sienten únicos y lo son en su continente, es el único país que habla español, pero no por eso son los mejores del llamado viejo mundo.

 

Pues bien, nuestro país, forma parte de los antiguamente llamados países tercermundistas, ahora, la hipocresía disfrazada de diplomacia política los llama economías emergentes, pero la realidad es la misma.

 

El mexicano promedio (desafortunadamente la mayoría) está ávido (deseoso) de triunfos, de victorias, de reconocimiento, de ahí que todos los días esté inventando en su mente desubicada, acciones inverosímiles, donde ellos son los protagonistas; frente a los demás, ríen, gritan, insultan, atacan muchas veces de forma inmisericorde, presumen, gastan, y lo que es peor producen poco. Siempre están listos para el conflicto, para el debate sin sentido, para la pelea perdida, para defender lo indefendible, para querer cambiar lo imposible, etc. el ciudadano común es flojo por naturaleza, quejumbroso, boquiflojo a la menor provocación, esto tiene que ver con la instrucción que se le ha dado desde tiempos pasados; aquí quiero señalar que no se educa para la vida, se instruye, porque solo hacen lo que les digan, no tienen iniciativa, no leen, no analizan, no razonan, no reflexionan, pocas veces piensan, hablan y hacen cosas sin imaginar el resultado, no tienen esa simple preparación. Recuerda amable lector, que todas las acciones pueden tener, mínimo, dos resultados (positivo y negativo), pero se carece de ello.

 

Otra institución que ha influido para mal es la religión, en el caso, aun mayoritariamente la católica, aunque se han perdido adeptos potenciales, sigue liderando en México; a través de ella se inculca el miedo a todo, se habla de la existencia del bien y del mal, de la bondad y la maldad, cuando eso es falso, porque ha degenerado la realidad que vivimos.

 

Como toda regla general, aquí también hay excepciones, y la gente diferente (no me refiero a la diversidad sexual), claro que existe, aunque no en la cantidad suficiente para marcar diferencias; es mal vista, es atacada, no se le reconoce la valía como seres humanos triunfadores, cada logro o peldaño alcanzado en la escala de la vida, es mal visto, señalando que fue logrado por medios no correctos (claro que hay casos así, pero se nota con facilidad, porque eso queda marcado), aquí señalo algunas características de esos seres casi únicos que marcan la pauta del buen gusto, de la grandeza, de la cúspide, de la élite, de la consagración, de la autorrealización que Abraham Maslow plasmó en su famosa pirámide, que es lo que todo ser humano debe alcanzar para que su vida de verdad valga la pena.

Un triunfador es aquel que para toda acción o excepción, tiene varias opciones, para cualquier actividad tiene plan B, C y los que sean necesarios, nunca se casa con solo una idea, es un líder nato, tenaz, optimista, persistente, tiene valores, principios y mejores hábitos, objetivos claros, tiempo para todo, tiene la capacidad de escuchar claramente a los demás antes de emitir una opinión, jamás repite o comparte información dudosa, mucho menos falsa, no necesita mandar a sus hijos a escuelas particulares caras, pero carentes de un buen perfil académico, no gasta por gastar, sabe comprar lo necesario, no busca marcas, busca comodidad, tampoco compra ropa usada de Estados Unidos, se autoprepara, después de su carrera profesional, continúa formándose, es integral, puede hablar lo básico de cualquier tema, no solo de frivolidades, le gusta cualquier tipo de música, no solo en inglés como los mediocres, sabe y disfruta divertirse sanamente, algunas veces socializa pero no se embriaga hasta perderse, aunque jamás se intoxica con drogas y sustancias similares, sabe distinguir la calidad de las cosas.

 

No se deja llevar por las mayorías, su carácter está debidamente templado, sabe lo que quiere, tiene el poder de decir No en su momento, sabe invertir su dinero y siempre tiene una cantidad razonable dispuesta para cualquier emergencia, no se llena de inmuebles que en lugar de generar riqueza, la restan, no adquiere seguros de cualquier cosa, es dinero tirado a la basura, no tiene membresías de tiendas departamentales, de clubes deportivos, sociales o cualquier área, no se satura de tarjetas bancarias. Sabe perfectamente lo que quiere. No compite, porque sabe que no lo necesita. Vive el presente, porque el pasado, bien o mal ya quedó atrás y como dicen nuestros abuelos, recordar el pasado envejece, no espera el futuro sin actuar, al contrario, ya tiene en la mente con claridad los pasos que va a dar. Un triunfador, no necesariamente es un político rico, un triunfador siempre tiene altura de miras, tiene visión, no es egoísta, pero no da el pescado, siempre enseña a pescar al que quiere aprender.

 

Estas son algunas características de un ser triunfador, esos que tanta falta hacen a nuestro país, para salir adelante, pero desafortunadamente, somos una sociedad tan proclive a lo contrario, de ahí que sigamos estancados en la ignorancia, la crisis económica, pero sobretodo, en la mediocridad sin una pronta salida.