28 marzo, 2024
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¿Un nuevo amor?

Lic. Alfredo Castañeda Flores         Analista

26 junio 2021.-El mexicano está lleno de prejuicios, por tantas mentiras e hipocresía con las que hemos crecido. Desde niños y conforme hemos ido creciendo, tanto en familia, en la iglesia, como en la escuela, nos han introducido en la débil cabeza que se debe ser fiel a la pareja, tanto de hombre a mujer como viceversa.

 

Esto, en lugar de beneficiar a nuestra salud mental, nos hace vivir más enfermos, porque como cantaba José José, el amor acaba, o como interpretada Rocío Dúrcal, es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor. Lo que es cierto, ese enamoramiento, cuando existe, dura poco, no como menciona el sacerdote en la boda religiosa, para toda la vida. Después de cierto tiempo, todo es monotonía, los integrantes de la pareja, se conocen cada día más y no es agradable, porque la percepción que tanto uno tenía del otro, poco a poco se va modificando y para mal.

 

Se hacen bromas en algo sencillo, que durante el noviazgo ambos tratan de no tirarse una flatulencia, pero una vez que ya viven juntos, sea casados, unión libre o se encuentran esporádicamente, eso ya no importa y hasta se echan con más estruendo, que parece competencia.

 

Lo anterior es lo de menor importancia, lo que va afectando cada vez más la sana convivencia es el desinterés en el aseo y arreglo personal de las féminas, la pérdida del apetito sexual, lo cual es parte fundamental en toda relación que quiera durar. Pero principalmente las mujeres ya no desean a su pareja, con las labores cotidianas, el cuidado del hogar y de los hijos, cuando los tienen, además de que no reciben dinero como ellas lo desean, van mermando unas relaciones sexuales placenteras y continuas.

 

Así es, amable lector, las mujeres inventan pretextos para no estar con su pareja, el clásico es el famoso dolor de cabeza.

 

Como el hombre, por su naturaleza, es el proveedor, es el que tiene que salir a la calle a buscar el sustento familiar, por lo mismo tiene más oportunidades de obtener en la calle lo que ya no encuentra y/o disfruta en su hogar. Nunca falta una mujer que por unos pesos, suelte su órgano sexual a quien la apoye, y más en épocas como la actual, que el dinero, el empleo escasean, y no necesariamente son solteras, sin pareja. Recientemente, eso ya no importa y se ha incrementado.

 

Aparte de las llamadas trabajadoras sexuales, que ya están debidamente identificadas, porque tienen un espacio en la calle, esas que tienen una tarifa tanto de tiempo como de cantidad económica, pero debido a que para ellas es un empleo como cualquiera otro, no se dejan acariciar, besar, ni desean platicar, simplemente, como dice el adagio popular, a lo que te truje Chencha, le sirve al hombre, como desahogo interior, pero en realidad, no se logra mucho, porque se queda mucho sin externar.

 

El hombre, al igual que la mujer, necesita disfrutar de su pareja, fija o eventual, besarla subiendo de tono, de tiernos a besos apasionados, tocarla, acariciarla, irle quitando poco a poco la ropa, que ella haga lo mismo, que en ese momento de éxtasis, ambos olviden al mundo y sus problemas y simplemente se concentren en disfrutarse mutuamente, no importa el tiempo que este encuentro dure, lo que en verdad se requiere es el disfrute de ambos, porque es algo que para mejorar la salud, es necesario. Lo anterior y más, con una mujer de pago por evento no es posible, porque aun cuando se dejase tocar, no hay la debida confianza porque ya se sabe que se mete con cualquiera que pague sus servicios. Eso se debe hacer con una mujer, aparentemente decente.

 

Y claro que hay muchas de esas, que por no atender a su marido, por buscar bronca a su marido o pareja, no son atendidas como lo necesitan, están deseosas de amar y ser amadas, entonces andan ganosas de ser atendidas. Aquí hago un paréntesis, quizás alguno de los que me lean, le haya sucedido, que una vecina, amiga, compañera de trabajo, conocida, le parezca demasiado atractiva a sus ojos y en alguna ocasión le haya insinuado tener un acercamiento sexual aislado y haya sido rechazado (otros corren con suerte), pero al paso del tiempo, esa misma mujer, es la que en otra ocasión, lo busca para tener lo que antes rechazó. Esto es, porque las mujeres son distintas a los hombres y ellas aguantan un poco más sin tener relaciones sexuales, pero cuando las desean, están desesperadas y las tienen, hasta con quien menos te imaginas. Solo basta estar en el momento preciso. Como he dicho en otras ocasiones, con un poco de observación, se puede uno dar cuenta cuando una mujer necesita placer o está debidamente atendida, y cuando esto sucede, hasta sin conocerla, se puede recibir una satisfacción extra, pero si estás casado, por falta de tiempo, se dejan pasar innumerables oportunidades.

 

Otras, siendo casadas o juntadas, lo hacen por tener dinero, esas son más fácil de identificar, porque solo buscan el interés económico, esas son peligrosas, porque son expertas en sacar jugosas cantidades, además de que ya tienen experiencia en el arte de satisfacer a un hombre y son capaces de llamar a tu pareja, si no las quieres seguir apoyando, de esas es mejor alejarse.

 

Las hay, aquellas, que estando solteras o no, si las tratas bien, si les dices lo que nadie les dice, si las tocas públicamente, en las áreas correctas (la cabeza, la mano, el hombro, el codo, etc.), se enamoran, clavándose contigo, de esas, también hay varias y son las relaciones más satisfactorias, porque las puedes hacer en la intimidad como tu quieres y te gusta, las vas enseñando a que te hagan lo que te gusta, lo que a ambos les gusta, y créeme, inteligente lector, es lo mejor que te puede suceder. Sobre todo, cuando en tu casa ya no encuentras la satisfacción que necesitas.

 

No tengas remordimientos, mucho menos miedo de que estás cometiendo algún pecado, eso no existe, es una de tantas mentiras que nos han inventado para que tengamos una vida menos placentera, además si los pecados existieran, alguna ocasión platicando con un obispo, me comentó que los pecados son aquellos que afectan a terceras personas, pero si no es así, simplemente, no existe. Cuídate, el amar es parte fundamental para vivir una vida plena, no te reprimas cuando te necesites desahogar, porque afecta tu salud. Lo único que debes observar es con quién lo harás, y no te detengas por la edad, actualmente hay muchas jóvenes que prefieren la experiencia de un hombre maduro que las apoye, después de todo, el sexo y el placer giran alrededor del dinero, ahorra, guarda y disfrútalo.