23 enero, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Sexo y relajación…

Esta entrega la hago para elevar un poco la temperatura, ya que el clima en el país, estos días recientes, ha estado demasiado frío. Voy a tratar un tema, para algunos, todavía tabú: El sexo, hablo de la unión entre hombre y mujer (aunque existen otras uniones, solo trataré de la unión original).

Llega una edad del hombre y la mujer en que se desarrolla la libido, el instinto sexual, la atracción física por el sexo contrario, y no hablo solo de besos y caricias tiernas, hablo de algo más íntimo, del clímax entre un hombre y una mujer.

Es normal, que al principio, tanto hombres como mujeres, se muestren inexpertos, que se provoquen dolor, miedo, desilusión, incluso flojera, (porque la mujer es virgen y por lo general, la primera vez sufren el desgarro del himen, y el hombre que no está circuncidado puede sufrir desgarro del frenillo del glande, y también es doloroso) pero como todo en la vida, con el paso del tiempo y la práctica frecuente, la mayoría van volviéndose expertos (algunos) en el arte del amor.

Es obvio que tanto hombres como mujeres, disfrutamos de distinta manera, pues tenemos diferentes zonas erógenas, pero habiendo un buen acoplamiento esas sesiones serán inolvidables.

El sexo, la entrega entre dos seres que, normalmente, se aman, es la etapa del ser humano más maravillosa que existe, y se debe disfrutar sin prisas, sin remordimientos, sin miedo, sin prejuicios, sin temor, sin pensamientos sucios, sin culpas de ninguna índole.

Los recientes años, el sexo ha tenido una actividad muy promiscua, lo que ha traído una infinidad de enfermedades de transmisión sexual, algunas de consecuencias muy graves, por lo que ahora para poder disfrutarlo al máximo, se necesita conocer a la pareja, saber que ambos están limpios, de lo contrario, tendrán que entregarse utilizando preservativo, comúnmente denominado condón, pero aunque haya de sabores, los fabriquen ultrasensibles, nunca será igual como hacerlo de manera natural.

Una vez que la pareja está limpia (por fuera, pero más de manera interna), todo empieza con una sesión tierna de besos, que conforme van aumentando, también va creciendo la intensidad de estos, generalmente se comienza en la boca, pero una vez que empiezan a darse los sonidos guturales de ambos, (umm, ahh, ohh) esos besos se trasladan a otras partes, pueden ser los lóbulos de la oreja, el orificio de la misma, se puede hablar en voz baja, se puede soplar levemente y la temperatura corporal, empezará a subir. Se puede bajar al cuello, besarlo todo (algunos gustan de provocar los llamados vampiros, comúnmente denominados chupetones, que la verdad, no son nada atractivos y a muchas mujeres les duele, sin embargo, se dejan, pero cada quien su gusto), posteriormente se puede girar a la pareja y besar su nuca, justo donde termina el nacimiento del cabello, esto puede hacerse a gusto de cada quien, pueden empezar por la nuca o por el cuello, o hacerlo indistintamente, asimismo, se puede bajar a la espalda, besarla tierna y apasionadamente, poniendo mayor énfasis en las vértebras de la columna, hasta la cintura, paso siguiente volverla a girar, besar el pecho, alrededor del seno, (el seno dejarlo para más adelante) bajar al abdomen, regresar, pasar nuestra lengua por cada parte del cuerpo de nuestra pareja, ahora sí, dedicarle un buen tiempo al seno femenino, se puede empezar, encerrando el pezón entre nuestros labios, pero haciendo un círculo escondiendo los dientes, pasar la punta de nuestra lengua por ese botoncito de placer, comerse todo el seno, haciendo movimientos lentos de succión, como lo hacen los bebés cuando son amamantados, aumentar la intensidad y otros tantos juegos y caricias que podemos hacer con ellos. Se deben hacer en ambos, primero con uno, después con el otro, pero nunca hacerlo solo con uno, porque tu pareja no te lo perdonará.

Ya que trabajamos la mitad de arriba del cuerpo femenino, empezamos con la parte de abajo, la más atractiva, la más deseada por todos (o casi), podemos iniciar indistintamente por recorrer las nalgas femeninas con nuestra lengua haciendo movimientos de arriba-abajo, derecha-izquierda, oscilatorios, etc., incluso puedes otorgar un beso negro, ya que pocos lo hacen, pero que a la mayoría de las mujeres, enloquece de placer, bajar a los muslos por la parte trasera, hasta donde quieras llegar (lo ideal es llegar a los talones), después volteas a tu pareja, besas sus muslos, saltándote la región púbica, dejándola para el final, recorrer toda la pierna, deteniéndote en sus rodillas que también las enloquece, seguir hasta los pies, besar todos y cada uno de los dedos (de ahí la necesidad de estar limpios), para finalmente, llegar a la mejor parte, la vagina femenina, ahí introducir la lengua de manera lenta, morder los labios de forma suave sin causar dolor fuerte, pero que sientan los dientes, localizar el clítoris y estimularlo con movimientos hacia todos lados, en fin, eso lo dejo a tu imaginación. Al margen de todo esto, mientras tu lengua besa y recorre cada parte del hermoso cuerpo femenino, tus manos pueden estar tocando otras partes del cuerpo, porque no pueden ni deben quedarse quietas.

Caso contrario, la mujer puede hacer lo mismo con el cuerpo masculino, aunque generalmente, la parte más intensa, la parte que nos enloquece, son los besos y algo más en el pene, en los testículos, y a algunos, también el beso negro los lleva al clímax, incluso, una vez que se estimularon por separado, pueden hacerlo de manera conjunta, en la posición denominada el 69, es aquella en la que el hombre está acostado boca arriba y la mujer se coloca encima de él, boca abajo, pero a la inversa, es decir, la vagina de ella la coloca en la cara de él y la cara de ella, queda encima del pene y empiezan a estimularse mutuamente.

Posterior a esto, y muchas veces, la mujer ha tenido alguna eyaculación, viene el acto final, la penetración, ahí existen múltiples posiciones para hacerlo, lo recomendable es practicar varias antes de que el hombre eyacule, sobretodo para que la mujer se venga sobre nosotros, o se vuelva a venir, recuerden que ellas tardan más, y eyacular pronto, sin tanta ceremonia, provoca infidelidades y abandonos, se debe hacer un buen trabajo. Para esto, no es recomendable, hacer el amor en las noches, porque ya nos vence el cansancio, y aunque por tradición, así se acostumbra, no se rinde igual, es mejor si se hace más temprano, es urgente y necesario dedicar unas horas al disfrute íntimo en pareja, de verdad, ambos, se sentirán mejor.

Ya estando en acción, hay otras formas de estimular a la pareja, se puede hablar en otro idioma, si se sabe; se le puede decir que nos vuelve locos, que es muy hermosa, que se mueve sabroso, que sigue apretadita, pedirle que gima, grite, muerda, arañe, o lo que desee hacer en ese momento; igual nosotros, podemos hacer cualquier sonido, grito, jadeo, preguntarle si le gusta así o más lento o rápido, etc. recuerda lo que dije, que en la intimidad todo está permitido, siempre y cuando no se lastime al otro (aunque hay masoquistas, que disfrutan con el dolor propio y/o de la pareja), lo que sí es recomendable en esos momentos, es olvidar rencores, enojos, reclamos, olvidarse de todo, vivir el momento, pasarla bien, disfrutarse el uno al otro. La cantidad de eyaculaciones, ya depende de cada pareja. Así como la periodicidad para hacerlo. En verdad, te garantizo una mayor plenitud sexual y por consiguiente, tu vida emocional será mejor, hazlo, no te limites, no te inhibas, no te reprimas, recuerda que solo se vive una vez.