22 enero, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Sexo y necesidad $…

LIC. ALFREDO CASTAÑEDA FLORES        ANALISTA

 

10 SEPT. 2022.-Aprovecho el espacio para escribir sobre un tema tan de moda, por la situación económica tan precaria y apretada que vivimos como país, aunque no es nuevo, solo que ahora se ha incrementado.

 

Se trata del sexo, practicado por mujeres casadas, concubinas, amantes, solteras con novio, sin novio pero por dinero, aunque se niegan a aceptar que es prostitución, señalando que es simple y llanamente necesidad económica para vivir mejor, para subsistir, para comer y/o para mantener a sus hijos o solo para pasarla mejor, cuando son solteras y estudiantes. Dinero disfrazado de “apoyo” y no como pago.

 

En otras entregas, he señalado de lo que hacen las solteras estudiantes, o no, para tener más dinero para pasarla bien, pero en esta ocasión, me referiré únicamente a las mujeres casadas o que simplemente viven con alguien determinado tiempo.

 

Como dije antes, la situación económica en México, es y ha sido muy difícil, tanto para los solteros, pero peor para los casados o unidos por los hijos, no hay mucho trabajo disponible, y los que hay vacantes, no son bien remunerados, en parte por la situación del país y por la poca o nula preparación técnica de los buscadores de empleo. No se le puede pagar bien a una persona que apenas tiene la primaria, la secundaria, y que carece del mínimo conocimiento de las labores propias de X o Y empresa, además de que su madurez se quedó truncada por despertar antes de lo adecuado a la vida sexual, peor aun cuando hay hijos no deseados, ni esperados, pero que la hormona es más fuerte que la neurona.

 

La mayoría de mexicanos tiene que pagar renta de un cuarto, departamento o casa, según sea su salario o poder adquisitivo, además de comprar despensa regularmente para comer él, su esposa o pareja, y sus hijos, pagar transporte para trasladarse a su fuente laboral, alguna adicción periódica, (cigarro, alcohol, fiestas, sustancias sicotrópicas, etc.) que desafortunadamente se dan y que también merman la situación monetaria de las familias. De esto, ambos miembros de la pareja tienen culpa, porque no imaginaron (pensar es demasiado) lo que podría suceder, si tenían un hijo o varios, a edad temprana, con eso, todo el proceso natural de su vida, se ve afectado y los sueños, planes u objetivos que tenían de niños, de pronto desaparecen, despertando en una realidad que no es lo esperado, pero que ya no tienen opción de modificar, algunos creen hacerlo, dejando a sus hijos con su madre y desentendiéndose de ellos, pero esa es otra historia.

 

Continuando con el tema del día, para la comida diaria, tienen que dejar con su esposa o pareja, cierta cantidad de dinero, ya sea por día, semana, quincena o mes, la que resulta insuficiente para alimentar tres, cuatro o más bocas, además, dependiendo de la edad de los hijos, los gastos son mayores, entre más edad tienen, y según el nivel escolar en el que estén inscritos. Las cantidades, dejémoslo por semana, fluctúan entre los trescientos y mil pesos cuando mucho, lo destinado para ese fin. Por supuesto que no alcanza, ni para comer lo más sencillo diario, porque todo está demasiado caro, teniendo la mujer que hacer varias cosas para compensar lo que le hace falta para medio comer, además de que siempre hay gastos que no se tienen contemplados.

 

Algunas trabajan, otras venden productos o alimentos, solicitan préstamos en tantas cajas de ahorro que se han incrementado que no podrán pagar, (pero que muchas hacen, nuevamente sin saber cómo lo pagarán) y otras, que generalmente tienen bonita cara, buen cuerpo, carisma personal, y/o se les nota que están dispuestas a hacer cualquier cosa por lo que sea (coquetas), son presa fácil, por su gusto, obviamente, porque a nadie se le obliga a hacer lo que no quiere, de caer en los brazos de hombres con mejores posibilidades económicas que su marido o pareja, ofreciéndoles cierta cantidad de dinero por una buena sesión de sexo discreto, porque normalmente, ellos son casados o con pareja estable y no quieren algo más que pasarla bien de vez en cuando, con una mujer que les atraiga sexualmente. Y si la experiencia resulta agradable, distinta, ambos tienen garantizados más encuentros de este tipo, en caso contrario, será debut y despedida, para eso, las mujeres tienen que esmerarse en brindar la mayor satisfacción íntima a su benefactor, porque con él, tienen un ingreso seguro (una o dos veces por semana, quincena o mes), según lo atractivas que sean, de inicio, es el tope de beneficio, posteriormente, cuando ya prueban otra cosa más personal, las cantidades pueden variar, para bien o para mal de la mujer, o de plano, ya no seguir buscándola, porque así como las mujeres recomiendan, positiva o negativamente a un hombre, los hombres, en este aspecto más interno, hacen lo mismo con su amigos, por lo que son buscadas o no, dependiendo del servicio completo brindado, por otros hombres, ganando interesantes cantidades de dinero, sin el mínimo esfuerzo, al contrario, disfrutando libremente de su sexualidad, aunque haya otro hombre afectado por la situación, pero de la cual, también indirectamente es responsable, por no haber tenido conciencia de lo que resultaría más adelante en su vida, por no esperarse al momento oportuno, cuando fuera un hombre maduro, con expectativas futuras.

 

Esto, amable lector, se ha incrementado, en cualquier rincón de nuestro país, aunque claro que también están las mujeres que son infieles gratuitamente y con hombres física y económicamente, peores que con el hombre que viven, pero lo hacen por calentura, porque ya conocen a ese individuo, porque fueron novios o incluso vivieron con él, tuvieron hijos en común, son sus patrones, jefes o compañeros laborales, etcétera, pero esas siempre han existido y seguirán existiendo. Lo de hoy es el famoso pago por evento íntimo, donde no hay huellas, ataduras, ningún vínculo distinto al placer sexual mutuo, donde la relación es más interesante que con las prostitutas tradicionales o de catálogo, porque al menos, los hombres sienten atracción física hacia la mujer que están “apoyando” y con las otras no siempre es así, además de que cobran, a veces más, el servicio no resulta satisfactorio.

 

Sé que resulta difícil de creer que abunden estas prácticas, pero solo basta observación y lógica para darse cuenta de que tenemos una vecina, compañera de trabajo, conocida, que puede brindarnos, si lo deseamos, una fantasía sexual por dinero, sin que queden huellas o vestigios de ser infidelidad, porque a ninguno de los dos les conviene que se sepa. Interesante ¿No crees?