19 abril, 2025
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Sepultan en Cutzio al sacerdote Joel Román

Uno de los funerales más impactantes de los últimos tiempos en Cutzio y Huetamo es el que rindió la grey católica de la Diócesis de Ciudad Altamirano con su obispo Maximino Martínez Miranda al frente, una cincuentena de sacerdotes, 35 seminaristas, monjas, laicos y pobladores del Estado de México, Guerrero y Michoacán, frente al féretro deL sacerdote Joel Román Salazar, fallecido en accidente carretero la madrugada del 10 de diciembre en Ixcatepec, municipio de Arcelia, Guerrero.

El golpe seco del funesto suceso lo recibía con el amanecer del martes el párroco de Cutzio, Quirabel Fajardo, justo al momento en que despedía a más de 100 personas participantes de la tradicional Carrera Guadalupana de Huetamo, que en ese momento partían a la Basílica de Guadalupe, y tras impartir la bendición, con marcadas muestras de dolor se confirmaba la muerte del popular sacerdote originario de la comunidad de Chihuero, municipio de Huetamo y ordenado hace algunos años en este lugar.

El atardecer del martes arribaban los restos mortales del padre Joel a su natal Chihuero, lugar donde fuera velado, y para las 11 de la mañana ya se le oficiaba una misa de cuerpo presente en la parroquia de Cutzio, en medio de un luto decembrino que se acrecentaba con la muerte de don Procopio Zurian el amanecer del miércoles, mientras miembros de su familia traían consigo la Antorcha Guadalupana desde el Cerro del Tepeyac hasta Huetamo.

Al final de la misa luctuosa, el obispo Martínez Miranda señalaba que la muerte repentina del presbítero Joel Román Salazar era un mensaje de reflexión para la Diócesis de Altamirano, y señalaba que la vida no se acaba, se transforma, y que esperaba que ese acontecimiento ayudara a fortalecer la fe de la Diócesis, para sacar enseguida una larga fila de párrocos con el féretro y dar cristiana sepultura al infortunado presbítero a un costado del templo de Cutzio, el más antiguo de la región.