Al señalar la necesidad de confeccionar leyes en materia artesanal que sean innovadoras, Hugo Gama Coria consideró que “seguimos viendo a este sector como un grupo vulnerable, no lo vemos con un ente económico que cuenta con los conocimientos y actividades como para detonar el desarrollo regional”.
En entrevista, el especialista en propiedad intelectual refirió que actualmente se discuten y analiza la Ley de Fomento Artesanal que presentó la senadora panista Luisa María Calderón en abril pasado, y se está construyendo una nueva legislación en la materia para Michoacán.“La presentada por la panista es un buen esfuerzo, pero no presenta ninguna innovación, sigue con los conceptos tradicionales, su propuesta fue construida por la anterior administración de FONART, dependencia que no generó ni un solo programa novedoso en beneficio del sector; y la segunda, que impulsa el diputado local Marco Trejo, parece una copia mocha de su símil federal”, sostuvo.
Dijo que en nuestro país “seguimos legislando sin tomar en cuenta figuras jurídicas novedosas, por ello nos mantenemos en un rezago jurídico de al menos 20 años respecto de Europa y el resto de Latinoamérica, lo que provoca que no entremos al concierto internacional del desarrollo y de la famosa competitividad”.
Señaló que “de acuerdo al artículo 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos se establece que toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora, en las que se debe incluir las artesanías, por lo que la protección del bien moral, o el bien intelectual y la del bien material deben ser protegidas en lo individual por medio del derecho de autor para obras de grandes maestros, pero que se debe impulsar la protección del bien colectivo por medio de denominaciones de origen artesanales, prehispánicas o indicaciones geográficas de esa naturaleza”.
Indicó que países como Perú, Bolivia, Venezuela, Colombia y Cuba, han reconocido en sus legislaciones que la artesanía es de interés nacional y que su protección garantiza el derecho humano de la propiedad moral y material, “son conscientes estas naciones que el valor agregado de los productos lo genera la cultura, la tradición y la originalidad”.
En México, aseguró, el único esfuerzo de protección fue el que se realizó en Michoacán durante los gobiernos de Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy, a través de las marcas colectivas, aunado a la certificación de saberes y habilidades artesanales, que arrancó en la administración godoyista.