Lic. Alfredo Castañeda Flores Analista
12 dic. 2020.-El propósito de todo ser humano con capacidad de raciocinio suficiente, tiene que ser alcanzar paulatinamente, con la edad, la sabiduría, sin embargo, solo una pequeña cantidad de individuos lo logra.
Esto tiene que ver con la nula e incorrecta educación y/o cultura que se recibe en nuestro país, y ahora con la “pandemia” está retrocediéndose, porque de por sí, la mayoría de la gente en clases, cursos, talleres, etcétera, que acuden de manera presencial, no aprenden ni una mínima parte, mucho menos lo hacen de manera virtual, como se está haciendo ahora, sobre todo los niños, adolescentes y jóvenes que fácilmente se distraen con cualquier cosa, además del enorme perjuicio que se está causando en la vista de ellos. En unos años estos jóvenes, estarán usando lentes, incluso algunos estarán ciegos. Pero esto a los que dominan el mundo no les interesa, solo están viendo un enorme negocio en el futuro inmediato.
Continuando con mi comentario semanal, es sabido, por la ciencia, que todos nacemos sin vicios, sin ataduras, sin miedos, pero los adultos se encargan de introducir todo eso y más en las mentes vírgenes de cada ser humano, lo que provoca lo que somos. Todos, hemos observado como un niño, se comporta, como no hace lo que hacemos los adultos, y eso no nos gusta que hagan, comenzando a meter ideas negativas a su pequeño y puro cerebro, es como un disco compacto, empezamos a llenarlo de información en su mayoría, falsa, equivocada, inexacta, repitiendo patrones de conducta de nuestros padres y demás antepasados que creemos es real, pero al carecer de la mínima capacidad de análisis y reflexión, eso hacemos.
Así es, inteligente lector, el ser humano está lleno de vicios de todo tipo, está lleno de vacíos emocionales y todo eso se los transmitimos a nuestros inocentes hijos, porque pensamos que lo que nosotros aprendimos de nuestros padres es la verdad y se sigue creando un círculo vicioso que pocos nos atrevemos a romper, porque los convencionalismos sociales no lo permiten.
Un claro ejemplo de lo anterior es de que en México se nos ha enseñado que debemos competir contra los demás, lo que resulta incorrecto, lo que debemos hacer es competir con nosotros mismos, irnos superando paulatinamente, en cualquier ámbito en el que queramos, porque así como, erróneamente, se nos enseña, solo provoca frustraciones y enormes decepciones, lo que nos hace ser un país mediocre, porque la enorme mayoría, todo empieza y poco termina, es decir, se deja a medias.
Otra enseñanza equivocada es aquella que nos dicen que lo que hagamos, hay que hacerlo con mucha pasión, cuando en realidad lo debemos hacer desde el amor, porque solo así aprendemos a amar lo que hacemos y con más facilidad terminamos lo iniciado. La pasión es lo que nos tiene perdidos y hundidos en la mediocridad y la pobreza, porque la gente al apasionarse se ciega, convirtiéndose en personas tóxicas, a las que es preferible cortar como amistades. Porque son el tipo que pelean sin razón, que por un partido de cualquier deporte, lloran, sufren por cualquier extraño, abanderan las causas injustas, se ponen del lado del desvalido, del desgraciado que así labró su presente, eso y más no es correcto, porque cada quien cosecha lo que siembra, y por consiguiente, no merece lástima, ni la comprensión sin conocimiento. Se nos ha enseñado a ver el resultado, pero no los pasos para llegar a él, estamos acostumbrados a los milagros, el mexicano promedio, sueña con milagros, pero no se pone a trabajar, primeramente en su persona, está acostumbrado a mirar los defectos y errores de los demás, pero no se fija en los propios, que muchas veces son peores y nada dignos de imitarlos.
La vida es corta, por eso debemos modificar nuestro pensamiento, nuestra forma de ser y actuar, eso es sabiduría, algunos le llaman madurez, pero si no cambiamos, no la llegamos a alcanzar, hay mucha gente que se jacta de no cambiar, se siente orgullosa de hacer siempre lo mismo, equivocado, pero lo mismo, y créeme, amable lector, que eso no es nada para sentir orgullo, al contrario, la gente que estudia a los demás, prefiere alejarse de ese tipo de individuos. Incluso tú has sido, uno de esos casos, que te alejas de alguien porque su conversación está llena de negatividad, de sueños guajiros, de cosas sin sentido, o peor aún, eres quien aleja a los demás de tu entorno social. Observa detenida y razonadamente tu actitud ante la gente, no te empeñes en creer que todo lo que haces y dices es lo correcto, se objetivo en tu juicio y antes de dar prioridad al conocimiento, busca alcanzar la sabiduría, eso es lo que da verdadero reconocimiento a cualquier ser humano. ¡¡¡Ponte atento!!!