Estamos iniciando el segundo semestre de doce que compondrán este sexenio presidencial que, por los magros resultados alcanzados hasta el momento, será perdido y muy largo para los mexicanos.
Para la pobre mentalidad de los que creyeron en este personaje, por sus acciones pendencieras en la campaña electoral, muchos quizás ya están siendo afectados y se están arrepintiendo de haber votado por él y por los diputados federales y senadores que alcanzaron mayoría simple en el Congreso de la Unión, otros, sin embargo, seguirán aferrados a sus creencias ciegas y no aceptan su equivocación.
Lo que es real, es la pobreza de resultados dados a su perorata disfrazada de promesas en la campaña que realizó.
Hizo la pantomima de la consulta pública para construir o no el aeropuerto aprobado en el sexenio anterior, en terrenos de Texcoco, del Estado de México, la cual sin ninguna legitimidad, porque apenas superó el millón de participantes, aceptó el presunto resultado que mandataba cancelarlo. No le importó perder miles de millones de pesos por esta acción y lo llevó a la zona militar de santa Lucía, el cual aún no inicia porque curiosamente, no habían visto la existencia de un cerro que está en la trayectoria de construcción, además de que un juez federal en estos días acaba de ordenar la suspensión por otros defectos. Anunciando su conclusión en 50 años. Más de dos terceras partes de los mexicanos actuales ya no lo veremos culminado.
Lo que más atrajo sufragantes, aunque no tengan automóvil, fueron los llamados gasolinazos, éstos continúan y como dividió a la prensa en Fifí y no fifí, nadie dice nada al respecto. Pero el combustible y demás derivados del petróleo no han bajado su precio como cacaraqueo en campaña.
La tan mentada construcción de la refinería en Dos Bocas, Tabasco, aún no inicia su construcción, porque carece de estudios de impacto ambiental, de empresa que la realizará y más requisitos. Además de que se ha visto que esto en otros países donde se han construido no dieron los resultados pensados y sí, en cambio, salieron más caras que lo presupuestado originalmente.
Otra promesa rimbombante fue el llamado tren Maya, otra obra que aún no se inicia, porque su costo es extremadamente alto, además de que se dañará el ecosistema de la zona, por la deforestación y demás.
En el intermedio se han aprobado, derogado, reformado y modificado artículos de la Constitución Política, leyes generales y reglamentarias para gobernar a modo, siendo el caso más sonado, el de permitir que un español (extranjero al fin) dirija el Fondo de Cultura Económica (Paco Ignacio Taibo II), el de lenguaje soez que denigró a la mujer con sus comentarios y albureó a los opositores en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Jalisco.
Lo que mantiene al país en estos momentos pendiente de un hilo es la amenaza, con total razón, de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, de imponer a partir del lunes 10 de junio, aranceles del 5% a los productos mexicanos que crucen esa frontera, hasta llegar en octubre de este año, a un total de 25%, esto debido a que México, por conducto de su presidente de la República, desde el inicio del sexenio, se puso a abrir la frontera sur a los indocumentados centroamericanos, llegando incluso a ofrecer apoyos económicos, empleo y otras linduras, siendo candil de la calle y oscuridad der su casa.
Provocando con esto el enojo del presidente estadounidense, porque el destino final para estos es su país, siendo el nuestro solo una especie de servidumbre de paso. Tiene una semana que él canciller mexicano está, junto con otros servidores públicos, en Washington, D. C., tratando de revertir esta amenaza, que nos hundiría aún más en la incertidumbre que nos mantiene a la mayoría pensante desde hace seis meses, porque el dinero circulante ha disminuido, la gente compra menos que otros años, pese a que éste año aumentó el salario mínimo más del 16%, muchos micro, pequeños y medianos comerciantes se quejan de esta situación e incluso muchos han tenido que cerrar sus negocios. Hay zozobra, temor, miedo a lo que pueda ocurrir con las ideas locas de este personaje.
El presidente está convocando a una concentración para el sábado 8 en Tijuana, buscando hacer cambiar de opinión a Donald Trump. Y las calificadoras mundiales están disminuyendo la confianza crediticia de México. Qué pesadilla.
Mucha gente se ha quedado sin empleo, los programas sociales, educativos, de salud, han disminuido su presupuesto o incluso, desaparecido. Ya no se apoya a los estudiantes de excelencia, ahora se premia a los ninis, cuyo monto recibido solo lo usan para alcohol, fiestas y drogas, y pocos para mejorar su situación actual.
Otra política que está dejando a gente sin empleo es la imposición del seguro social a las trabajadoras domésticas, porque, se les paga bien, mínimo piden $250.00 por día y trabajan cinco días a la semana, entonces mucha gente mejor las despiden antes de asegurarlas, porque como está la situación en las actualidad que no duran en los trabajos, pierden más tiempo haciendo el papeleo respectivo que lo que las famullas tardan en irse.
Y la joya de la corona es la reciente aprobación en las escuelas públicas y privadas de la CDMX, pero con intenciones de hacerlo extensivo a todo el país, de permitir el uso, tanto para niños y niñas, de falda o pantalón, lo cual resulta aberrante, porque están en una edad en la que muchos no tienen aún definida su orientación sexual, además que está comprobado que muchos gay/lesbianas (como se les dice ahora), no nacen así, sino que por la imitación, por moda, por las drogas, por probar, por llevar la contraria, etc. terminan siéndolo. Además de que, el llamado acoso estudiantil (bullying), actualmente está imparable, con esto, será peor. ¿No lo crees así, amable lector?
El gobierno federal actual está más interesado en mantener a la gente pobre, dándole más dádivas que fomentan la flojera, el desinterés e incrementa los vicios, la violencia y sobre todo, la delincuencia común. No se preocupa por los que mueven el país, los empresarios, los que crean plazas laborales, es el típico resentido social que se une con los más jodidos para atacar a los que tienen dinero, ganado con su esfuerzo, tenacidad y sobre todo sacrificio. Por eso ganó él, pero, definitivamente, perdió el país.