10 marzo, 2025
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¿Qué les interesa a los mexicanos?

Lic. Alfredo Castañeda Flores       ANALISTA

29 ABRIL 2022.-Como en anteriores entregas he señalado, los mexicanos somos una raza sui generis, rara, distinta. Pero jamás un ejemplo a seguir.

 

En general, el mexicano quiere mostrar grandeza, sentirse un individuo exitoso, triunfador, pero eso dista mucho de la realidad diaria que vivimos.

 

Cualquier cosa destacada la hacen parecer más grande de lo que en realidad es, por lo mismo, no se detienen a analizar detenidamente cómo suceden las cosas en el país y en el mundo. Están ávidos, urgidos de triunfos, victorias, esa es la razón principal por la que cualquier pequeñez la engrandecen.

 

Eso es lo que les interesa, vivir de las apariencias, sentir que cualquier deportista, artista, músico, escritor, etcétera, que sobresale porque se usa como distractor para el gobierno en turno, es propio. Quisieran gritarlo para que todos, absolutamente todos, se enteraran.

 

Lo mismo lo aplican en su vida cotidiana, siempre exageran, ellos tienen el mejor empleo, ganan más que cualquiera, saben y conocen mucho más de la realidad. Son poderosos e influyentes, viven en una casa rentada porque no quieren vivir en la colonia más exclusiva del lugar, deben en muchas tiendas departamentales e instituciones bancarias, pero compran ropa de marca, poca pero cara, mandan a sus hijos a escuelas particulares caras, para codearse con la crema y nata de la población. Aunque cada mensualidad la paguen en abonos chiquitos y la educación sea deficiente.

 

Al respecto, hago un paréntesis para indicar que en el país no tenemos una institución educativa, pública o privada, que destaque a nivel mundial. Todas las que hay en cualquier rincón del país son mediocres, solo son un negocio para los propietarios (de las privadas), si en verdad hubiera gente con ganas de investigar (porque tiempo siempre hay), en este caso, a cualquier escuela privada, se daría cuenta que los docentes, mayoritariamente, carecen del perfil y documentación real que acredite su perfil de la materia que imparten. Como se les paga poco, tampoco se ponen exigentes para contratar a los mejores. Esto sucede también en las escuelas públicas, la mayoría de académicos son los que peores fueron en su etapa estudiantil y los que llegan a tener algún cargo público o de representación, que se introducen, principalmente en las universidades, van muy de vez en cuando a pararse frente al salón de clases y eso, aunque sean, real o ficticio, una eminencia, no aporta nada a los alumnos correspondientes.

 

En México, como cada periodo electoral, hay empleados (mal llamados políticos) que tienen que ser colocados, porque son los suplentes de senadores, diputados locales y federales, alcaldes, síndicos, regidores, los mandan a las universidades y escuelas públicas y privadas, a cualquier área de la administración publica y sus tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal), lo importante es proporcionarles un salario mientras dure su encargo.

 

Continuar una vez concluido éste, ya depende de sus relaciones políticas y/o sociales, del carisma para con los dueños y al equipo político al que pertenezcan, principalmente de este, porque no los dejan solos, sobre todo cuando apoyaron al mismo con recursos económicos. Así se mueve la política nacional. Por eso, nadie la entiende, y por eso hay sorpresas todo el tiempo. Porque la gente no sigue los hilos conductores de X o Y individuo que llega a la política, por eso en las elecciones se manipula a la ciudadanía para hacer parecer que efectivamente ganó el que dicen que lo hizo, porque así les conviene al SISTEMA, del que forman parte todos los partidos políticos, empresarios y profesionales destacados. Nunca hay sorpresas y mucho menos coincidencias. La política y el dinero van de la mano, aunque en sus discursos de campaña, y una vez ganadores, señalen que les interesan los pobres. Ups.

 

Al mexicano en general le interesa vivir bien, ganar bien, no trabajar o hacerlo lo menos posible, tener mucho tiempo libre para perderlo en tonterías, no tener responsabilidades ni obligaciones, todo aquello que les permita seguir siendo parte de la mediocridad en la que viven.

 

Pocos, muy pocos, hacen todo lo contrario y los resultados se notan, viven mejor, están mejor. No tienen deudas de ningún tipo. ¿En cual extremo estás tú?