27 diciembre, 2024
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Prosiguen abusos de financieras en Pátzcuaro

Los abusos y arbitrariedades de empresas financieras privadas continúan en este municipio de Pátzcuaro en perjuicio de familias humildes, sin que ninguna autoridad intervenga hasta el momento.

La crisis económica ha provocado que cada vez más personas acudan a alguna institución privada para allegarse de recursos que les permitan solventar algunos gastos de primera necesidad.

Mario Mejía, artesano de esta localidad, contó a este medio la experiencia que ha vivido con una empresa financiera local, “la cual me quiere quitar mi casa por 12 mil pesos que debo”.

Relató que pidió un préstamo por 12 mil pesos a la empresa Coincidir, pero que por el hecho de que tuvo un accidente no pudo realizar los abonos correspondientes por espacio de casi cuatro meses. Dijo que después consiguió 10 mil pesos y fue a abonarlos.

Sin embargo, a la fecha su deuda asciende a 18 mil pesos, “porque me dijeron que era por los intereses que se habían generado, lo cual me parece una injusticia”.

Por ello, dicha entidad financiera “me habla constantemente por teléfono y me manda papeles donde me amenaza con que me van a quitar mi casa”, aseveró.

“Mi mujer no puede dormir de la preocupación, y más porque mi trabajo de artesano ya no me da para sacar mucho dinero”, dijo.

Añadió que tiene un puesto de artesanías de madera en los alrededores del templo de la Basílica, donde, sostiene, “ya no se vende como antes, pues se ha espantado el turismo por la violencia que hay en el estado”.

Incluso, comentó: “hace unos días me tuve que ir a la ciudad de México a vender mis cosas, porque aquí de plano ya no saco ni para la papa”.

Otro de las afectadas por este tipo de instituciones financieras, quien omitió su nombre, declaró que los cobradores utilizan mecanismos de cobro muy agresivos: “no respetan a los niños ni a la gente adulta, llegan y con groserías e insultos quieren que les paguemos, y nos amenazan con quitarnos nuestras cosas”.

“He vivido una situación muy difícil, de la preocupación hasta estuve a punto de que me diera una embolia”, aseguró la mujer, quien tiene tres hijos y cuyo esposo trabaja de chofer de manera ocasional, por lo que la economía familiar es precaria.

Por tanto, comentó que acudió a la asociación civil Coordinadora Ciudadana Patzcuarense (COCIPATZ) a pedir apoyo, pues “no se vale que no haya empleos y de pilón que estas empresas nos tengan con el Jesús en la boca”.