20 abril, 2025
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Programas de gobierno, insuficientes para aliviar pobreza en Pátzcuaro

Para Crisóstomo Juan León Martínez, de 82 años, los programas de apoyo del gobierno son insuficientes para poder contar con adecuadas condiciones de vida, y más ahora que él, junto a su esposa, se ha tenido que hacer cargo de tres nietos, tras haberse suicidado el padre de éstos semanas atrás.

Al igual que decenas de personas que acuden diariamente a la Presidencia Municipal en busca de algún tipo de apoyo, León Martínez, en compañía de su esposa, de también 82 años, quien apenas puede caminar apoyada de un bastón, se queja de lo difícil que resulta adquirir los medios de subsistencia más elementales.

Trabaja para el gobierno municipal realizando labores de limpieza en las calles y avenidas de la ciudad, con un salario de mil pesos quincenales. “A veces siento que ya no me alcanzan las fuerzas para seguir chambeando, pero lo tengo que hacer y más ahora que tres de mis nietos, de 2, 4 y 7 años de edad, se han quedado sin su padre”, dice amargamente.

Contó que su malogrado hijo también trabajaba en el ayuntamiento local con el mismo salario y actividad que él.

Reveló que desde que murió su vástago, hace cincos semanas, realiza gestiones en la alcaldía patzcuarense para que le den una pensión a la viuda, quien, por su parte, afirmó que vive con sus suegros en una casa con techos de cartón y piso de tierra, en una colonia marginada de la ciudad.

“La vida es muy cruel a veces con algunas personas como nosotros, pues aparte de la desgracia que vivimos por la muerte de mi esposo, de ver cómo mis pequeños hijos se quedaron sin su padre, quien era el que nos mantenía, también tenemos que sufrir para poder comer”, se quejó.

Afortunadamente, dijo: “cuento con el apoyo de mis suegros, pero ya son personas muy grandes, que apenas tienen para mantenerse ellos mismos”.

Así, mientras el gobierno federal festina los logros alcanzados por la Cruzada Nacional Contra el Hambre, donde Pátzcuaro es uno de los municipios incluidos en la misma, esta familia vive los estragos de los que significa vivir en la pobreza extrema.

Crisóstomo Juan León Martínez apuntó que no recuerda una crisis económica como la que atraviesa su familia. “Antes me acuerdo que había más trabajo, y lo que ganaba uno le alcanzaba para vivir mejor que hoy”, concluyó con pesar.