Ciudadanos patzcuarenses se mostraron decepcionados del programa el Buen Fin, ya que no encontraron las ofertas de los productos o servicios que satisficieran sus expectativas y posibilidades económicas; otros, porque de plano no pudieron ir “ni siquiera a ver” al no tener ingresos por contar con un empleo precario o estar desempleados.
“Vimos que el Buen Fin es solamente un programa mediático que para nada ayuda a la economía familiar, al contrario, promueve el consumismo desenfrenado dejando en muchos casos a la gente endeudada”, afirmó un profesor universitario al salir de un centro comercial de esta ciudad.Y agregó: “para mejorar los niveles de bienestar de la población de escasos recursos se requiere elevar los salarios, generar empleos y fortalecer el mercado interno”.
Por su parte, una ama de casa comentó que la semana pasada “vi que un refrigerador en una tienda tenía un precio y ahora al acudir con la intención de comprarlo, porque pensé que tendría un descuento, me encuentro con que el precio con todo y descuento es el mismo que yo observé en un principio; yo creo que lo reetiquetaron”.
“Cómo vamos a ir a ver y con qué si estoy desempleado desde hace dos meses; lo único que ha provocado este programa con toda la difusión que se le ha hecho es que mis hijos me pidan con insistencia comprar cosas que ahorita no puedo”, dijo un Mario Hernández, que se dedica a la albañilería.
“Aunque de verdad existan ofertas o haya créditos, yo no estoy en posibilidades de comprar nada, pues gano 600 pesos a la semana como empleada de un hotel”, lamentó una mujer mientras observaba ofertas en una tienda del centro de la ciudad.
Luego de visitar diferentes centros comerciales, una familia originaria de una población de la región lacustre se mostró desconsolada porque no encontró ninguna oferta al alcance de sus bolsillos: “no encontramos alguna mercancía que nos hace falta; hay créditos, pero nosotros no queremos endrogarnos porque ya sabemos que los bancos no se tientan el corazón y nos embargan si no pagamos”.
“El consumismo que promueven esta clase de programas lo único que ocasionan es que la gente compre lo que no necesita, que se endeude, que se genere la ilusión de que está viviendo en otra realidad, cuando lo real es que vivimos una aguda situación económica y social”, comentó una psicóloga patzcuarense.
“Mientras los salarios sigan deprimidos y no se generen más fuentes de empleos bien remunerados, programas como el Buen Fin contribuyen muy poco con el bienestar social; me temo que los que sí se benefician son los mismos de siempre: los bancos, las grandes cadenas comerciales, es decir los mismos de siempre”, puntualizó la profesionista.