Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
6 SEPT. 2024.-La polarización social durante este sexenio ¿perdido? Se ha incrementado de forma acelerada y exponencial, la gente normal, la que trabaja y no anda con flojeras ni carencias económicas, sigue haciendo su vida como de costumbre, sin embargo, cuando opina de los temas que afectan a las mayorías, reciben insultos y alusiones, incluso personales negativas, de los que aunque lo duden, son los más afectados, históricamente, pero que unos cuantos pesos regalados, disfrazados de apoyo social, transforman a la gente mediocre y sin futuro, en defensora del actual gobierno federal y de veinticuatro estados. Todo esto propiciado desde las mañaneras por el inquilino de Palacio Nacional.
Para nadie, con dos dedos de frente, es un secreto que este sexenio ha sido de mentiras y más mentiras, incluso hasta los defensores pensantes lo saben, pero tienen que navegar con la bandera de idiotas o ignorantes, porque así corresponde a sus intereses individuales, pero lo entienden perfectamente. Ningún político e ideología es verdadera, mucho menos les interesa el beneficio del pueblo, ahora ridiculizado a conveniencia, como bueno y sabio (ajá), pero actualmente estamos peor. Todos los “logros” alcanzados por el “gobierno” federal en turno solo existen en la verborrea y mentalidad del titular, porque en la realidad, todo es falso, inexistente o incompleto, vaya, lo único real son los apoyos sociales, que en realidad son dádivas para mantener a la gente ignorante y contenta, aunque se esté endeudando cada día más al país.
Pues bien, inteligente lector, todo eso es lo que nubla la visión de los beneficiados con el dinero público, incluso otros, ni siquiera eso les toca, pero la capacidad neuronal es tan deficiente en un país tan jodidamente pobre como México. Desde el inicio, hace seis años, a la gente pensante que desafortunadamente somos minoría en un país de ¿cuarta?, no se nos engañó, nos dimos cuenta perfectamente de las negras intenciones que tenía este movimiento de regeneración nacional, pero no pudimos revertir los resultados de una elección amañada por la falsa ideología que su mayor intención era la de modificar todo, por eso siempre manejaron el termino de la cuarta transformación. Muchos pensantes se dejaron llevar por los cantos de las sirenas o mejor dicho del peje lagarto, aunque al paso de los días, semanas y meses se arrepintieron, pero el daño ya estaba hecho.
Los medicamentos son dañinos para el cuerpo humano, eso es sabido por algunos, porque otros hasta se automedican, y más cuando ya se tiene un grave problema de salud mental, las estadísticas mundiales señalan que siete de cada diez tienen problemas fuertes emocionales, difícil de creer, pero es verdad, aunado a la prescripción de medicinas que “sanan” una cosa y alteran otra, dan como resultado lo que estamos viviendo, políticamente hablando. Muchos nos hemos dado cuenta que el inquilino de Palacio no actúa de forma adecuada, mucho menos coherente, y que no todos los días está de forma similar, los altibajos emocionales, en verdad son dignos de preocupación, pero no se dice a la luz pública, porque vivimos en un país de miedosos, cobardes que gritan y patalean en privado, pero asienten y permiten cualquier injusticia en público. Se trae en el ADN nacional, y nada se puede hacer. Así actúa la enorme mayoría. Hasta en las elecciones se puede observar, con el elevado número de apáticos que dejan de acudir a las urnas. Zacatones.
Sin embargo, retomando el tema que nos ocupa, los llamados por Calderón, chairos y ahora ratificados y rebautizados por el presidente como nacos y chintos, cuando no tienen argumentos para discutir con la gente pensante, o incluso sin ser llamados al debate, sueltan la misma perorata idiota, de que se opina o piensa distinto, porque se están perdiendo los privilegios, que se está molesto porque no están en la ubre presupuestal, y otras estupideces, que repiten y repiten durante los seis años. Lo cual solo denota la ausencia de ácido fólico de sus madres durante el embarazo, porque es de risa darse cuenta que carecen de la mínima razón. Sólo ladran porque están acostumbrados a hacerlo, aunque no tengan muchas veces la necesidad de hacerlo. Pero el mexicano promedio la hace de emoción, aunque no tenga ganas. Solo por chingar.
Estamos viviendo un cierre e inicio de sexenio suigéneris, porque se están votando en el Congreso de la Unión unas iniciativas sin pies ni cabeza que van a afectar la economía nacional, estando, incluso en riesgo, el famoso T-MEC (acuerdo comercial) con Estados unidos y Canadá, como ya los respectivos embajadores lo externaron, pero la avanzada edad, sumada a lo ya escrito, propicia que se siga adelante en la destrucción de las instituciones y el único poder que contrarrestaba los deslices presidenciales, para dar paso a la falsa democracia judicial. La mayoría no sabe ni elegir pareja, ni estudios, ni trabajo, ni futuro, etcétera, van a saber elegir a los jueces, ministros y magistrados, por favor, sabemos cual será el resultado final, y para variar, los más afectados, son los que ahora se “alegran” por la aplanadora legislativa. ¿Quiénes son los mayores delincuentes?, ¿Quiénes llenan las cárceles y reclusorios?, ¿Quiénes necesitan más de la justicia?, al tiempo.
Dice la filosofía popular, los carniceros de hoy serán las reses de mañana y solo es cuestión de tiempo, para que se pongan las cosas en su lugar, desafortunadamente los de siempre seremos los que pagaremos los errores de la mayoría, para sacar adelante a este país, siempre y cuando no se concrete lo que algunos han comenzado a especular, se dice y se dice bien, cuando el rio suena…, o una máxima en la política, lo que parece, es. Espero sinceramente que no. ¡Ponte trucha!
