Quizás resulte repetitivo, agresivo, incluso, antinacionalista (para algunos), pero son acciones que nos afectan como mexicanos, como Nación, y ante los ojos de los habitantes de otros países, somos un país atrasado, retrograda, corrupto, violento, cualquier adjetivo que quieras agregar; en realidad así somos vistos. Aunque, como es costumbre, la negación forma parte de nuestra idiosincrasia, las ideas falsas, las mentiras, el autoengaño, etcétera, queriendo ver todo color de rosa. Y eso, amables lectores, es mediocridad.
Sin embargo, este espacio lo voy a utilizar con los que tuvieron la oportunidad, pero sobre todo, la ambición de estudiar una carrera universitaria o magisterial, aunque la mayoría de profesionales no sean un ejemplo a seguir, como lo señalaré a continuación.
Queda claro que nuestra educación, comparada con los demás países, está por debajo del promedio deseado. Pero también es de aplaudirse a los que dejaron la mayoría y se convirtieron en profesionales, pese a todas las historias contadas por nuestros padres, abuelos, vecinos, sacerdotes, ancianos de cualquier rancho, pueblo o ciudad, que siempre hablaban de la ambición, el egoísmo, la envidia (entre otros), como algo malo, y eso amigos, no es difícil de superar, fuimos programados para ser pobres, grises, así que haber llegado a ser algo distinto, es digno de tomarse en cuenta.
Me voy a referir a las profesiones más comunes, porque en la actualidad, con la finalidad de obtener ganancias millonarias, las universidades, principalmente patito, han inventado nuevas licenciaturas e ingenierías, para las que nunca va a encontrarse mercado laboral acorde. (Letras hispanoamericanas, Canto, Administración del Tiempo Libre, Dirección de Restaurantes, Profesional Asociado en Producción de espectáculos, Letrista, Arreglista, Pedagogía del Deporte, Internacional en administración de convenciones y eventos, Producción de música electrónica y DJ, Relaciones ejecutivas, videojuegos, etcétera).
Profesor, los que estudiaron, se denominan maestros, la maestría es un grado académico superior a la licenciatura y por supuesto a la carrera magisterial, aparte de eso, muchos carecen de la vocación que un digno docente debe tener, muchos estudiaron eso, porque hace años, había mucho empleo, la prueba está en que es el sindicato más numeroso.
Abogado, los que estudiaron, lo hicieron porque siempre vieron un enorme negocio, pero en el sentido negativo es la profesión más atacada y con razón, por su falta de ética; en la Facultad nunca se enseñó a solucionar conflictos, al contrario, salen como pica pleitos, provocando en los clientes ese deseo de que todo se arregla mediante juicios, cuando la realidad es que muchos asuntos se solucionan sentando a ambas partes y pidiéndoles cumplir con sus obligaciones contraídas, esto es menos costoso, pero la gente cuando encuentra así a un abogado honesto, lo tachan de neófito, que no sabe, y adjetivos peores, quedando claro que eso, ellos lo son. Pero les gusta oír mentiras, principalmente, les gusta escuchar que siempre tienen la razón, que además recibirán dinero, los abogados poco profesionales de eso viven, engañando a incautos con sangre rijosa como sus antepasados.
Médicos, también autodenominados doctores, siendo el doctorado el grado máximo de estudios que pocos alcanzan, hay varias áreas, pero lo que en todas es frecuente, la falta de profesionalismo, siendo que ésta es la profesión más peligrosa porque tienen en sus manos la vida de la gente, en los tiempos recientes, las operaciones se han vuelto un negocio, cuando hay demasiados casos, en los que no son necesarias, se equivocan frecuentemente en el diagnóstico dado, sin ser estudiados con sus medios, placas, ultrasonidos, rayos X, electrodos, etc. cualquiera se pone a diagnosticar sin analizar, solo porque un paciente anterior tuvo los mismos síntomas y le resultó verídico, cuando cada organismo es y actúa distinto.
Ingenieros y arquitectos son distintos, pero tienen mucha coincidencia, son de la idea de que perteneciendo a una compañía constructora tienen resuelto su futuro económico, pero no toman en cuenta que las licitaciones públicas y privadas (ya no hay diferencia), les exigen el llamado diezmo, además de otros beneficios, lo que origina que se utilicen materiales de baja calidad, provocando daños, muchas veces graves en detrimento del ciudadano común.
Siquiatras y sicólogos, similar caso académico que el anterior, aquí la gente con más problemas emocionales, durante su infancia y adolescencia, es la que estudia estas profesiones, pensando que al hacerlo se arreglarán sus problemas, pero es falso, al contrario, ¿qué terapias apropiadas pueden aplicar a los pacientes, siendo como son?
Contadores y administradores estudian con la idea de obtener ganancias a cargo de su clientela, o cuando tienen la oportunidad de ocupar un espacio laboral en el área pública y privada, pues se dice que la documentación contable, es la que más dividendos económicos otorgan, tanto der forma activa como pasiva, sobretodo, cuando se carece de ética, escrúpulos y honestidad. ¿Cuántos casos conocemos? Empresas defraudadas, faranduleros, negocios, gobiernos, etc.
La finalidad de asistir a las aulas universitarias y magisteriales siempre fue, es y será, por cuestiones económicas, pocas veces por genuina vocación, claro que cualquier profesión, si se cumple de forma honesta, traerá riqueza a largo plazo, pero el mexicano está acostumbrado a buscar en todo y para todo, atajos, no es tolerante, no es paciente, le gusta tener prosperidad y abundancia, lo antes posible, afectando a quien se ponga en su camino, olvidándose de los valores que todo ser humano intrínsecamente tiene.
Desde la época estudiantil hay quienes no asistían a clases, obteniendo el título y la cédula profesional, mediante sobornos, trampas, engaños y manipulación, ya que su único objetivo era alcanzarlos. Esto ha contribuido al enorme retraso como Nación que vivimos, porque esa clase de profesionales mediocres es quien ha gobernado, gobierna y seguirá gobernando a México. Para que cambien las cosas, se necesita empezar.