18 enero, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Por una reducción del IEPS a gasolinas

Repruebo el alza sustancial a los precios de las gasolinas, sin embargo, tengo que admitir que estoy a favor de algunas de las políticas públicas periféricas al tema que de alguna u otra manera han tenido esta alza como consecuencia indirecta. Por ejemplo, apruebo la liberalización del precio de las gasolinas, lo que tarde o temprano permitirá que el mismo dependa de la oferta y la demanda, incentivando la competencia y generando así beneficios para el consumidor.

También estoy a favor de la eliminación de subsidios gubernamentales a las gasolinas, que terminaban beneficiando a quienes más las consumían, o sea, a las clases altas, poseedoras de más vehículos y de mayor consumo de combustible (Suburban, Tahoe, etc.). Por tanto, creo que la solución está en otras acciones, ¿qué les parece una reducción moderada del IEPS a gasolinas?

 

Antes de hablar de cualquier reducción es importante señalar el contexto internacional. Obviamente el alza del dólar, la subida del precio del petróleo, y por ende de la gasolina, y el hecho de que importamos más del 50 % de la gasolina que consumimos en el país, en nada han ayudado a las determinaciones que el ejecutivo federal y la Cámara de Diputados han tomado sobre el tema. Parece que el ejecutivo federal asume su costo, aunque es de reprochar la arrogancia que ha tenido al actuar como el superior que sabe que hace lo correcto y poco o nada le importa el pensar, opinión o sentir de sus subordinados o dependientes.

Mientras tanto, los diputados federales, no todos, pero sí la mayoría, parece que se desentienden de su corresponsabilidad y en muchos casos hasta buscan sacar raja política de la desgracia. Siendo que ellos aprobaron parte de las reglas actuales, y bien podrían hoy aliviar un poco la de por sí maltrecha economía de la mayoría de los hogares del país, reformando o ajustando lo necesario de la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 2017, del Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2017, y de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, para hacer de este inevitable gasolinazo, algo más tolerable.

Entrando en materia, la propuesta es de una disminución del 20 % de la carga tributaria que hoy representa el IEPS, lo que significaría una reducción de unos 80 centavos aproximadamente por litro de combustible, que no soluciona el problema de fondo, pero haría menos drástica el alza. Sé que esta disminución se traduciría en un recorte de ingresos del ejecutivo federal por un orden de unos 57 mil millones de pesos, aproximadamente, cifra enorme desde cualquier punto de vista, misma que no puede ni debe ser recortada del sector salud, ni del educativo. Por tanto, mi sugerencia es que hicieran los ajustes necesarios para equilibrar la perdida de estos ingresos, haciendo recortes en: el presupuesto del Congreso de la Unión; en el financiamiento de partidos políticos; en el salario de la alta burocracia; con la prohibición de bonos y supresión de liquidaciones millonarias (legales pero poco éticas); y, con la reducción del rubro de difusión de imagen y propaganda de todas y cada una de las dependencias, entidades paraestatales y organismos autónomos federales.

Por donde se vea, el 2017 pinta sombrío para la inmensa mayoría de los mexicanos, y así pintarán los años subsecuentes si no entendemos que el problema de fondo es el de la corrupción y no el de los impuestos. Me aterra pensar que la mayoría está viendo al populismo como una solución a lo que hoy vivimos. En fin, lo único rescatable de todo lo malo que hoy vivimos, es que creo sinceramente que el Presidente Peña está pensando en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones, porque su partido hoy está en la lona, hablando de rentabilidad electoral…