La falta de un organismo rector, independiente y autónomo, al margen de cambios sexenales de gobierno, coordinador y operador de un plan de rescate ambiental de la cuenca y lago de Pátzcuaro, ha impedido que fructifiquen los programas, proyectos y acciones que a lo largo del tiempo se han puesto en marcha para intentar revertir los desequilibrios provocados a los recursos naturales de la región lacustre de Pátzcuaro por la acción de un modelo de desarrollo depredador, nada amigable con la naturaleza.
Se puede decir, pues, que el lago y cuenca de Pátzcuaro no se han recuperado de los estragos de ese modelo de desarrollo ni por falta de voluntad política, ni por falta de planes, programas y proyectos encaminados a su rescate ambiental; por ende, tampoco por falta de recursos. Todo eso ha habido, lo que ha faltado ha sido el modelo de organismo operador adecuado para conducir las acciones a resultados que muestren avances significativos de reversión, mitigación, corrección, recuperación, etcétera, de los procesos de deterioro ambiental.
Está claro que el modelo de organismo debe estar orientado a terminar con la politización de las acciones de rescate ambiental del lago de Pátzcuaro y su cuenca; lo que llevaría a que el organismo deberá tener un perfil más académico y científico, que político. Ello permitiría corregir factores negativos que han estado presentes hasta ahora como la falta de seguimiento a programas, proyectos y acciones que hayan demostrado ser exitosos; la duplicidad de acciones entre diversas dependencias; la falta de una memoria institucional única, regional, no dispersa en los distintos sectores y dependencias con trabajo en la región; la falta en suma de un presupuesto único, no disperso en los presupuestos sectorializados de las instancias gubernamentales con presencia en la región lacustre.
Puestos de acuerdo en la necesidad de un organismo público operador con las anteriores características, se debe pensar en qué figura jurídica le podría acomodar mejor para dotarlo de presupuesto, de capacidad de acción y de gestión ante las dependencias de los distintos sectores que intervienen con trabajo institucional en la región.
Mientras no se cambie a esta visión de largo plazo en la restauración ambiental de la cuenca de Pátzcuaro, seguiremos viendo en cada proceso electoral el espectáculo de nuevos salvadores del lago de Pátzcuaro, quienes habiendo sido ajenos a la problemática ambiental del lago por décadas, durante campañas electorales descubren el filón que representa hablar del lago y de su lamentable estado, y de la receta que se les ocurre improvisar para entonces sí darle solución.
El destino del lago y cuenca de Pátzcuaro, tan importantes para la ciudad y región lacustre, emblemáticos en varios sentidos para Michoacán y México, merece una atención especial para poner el acento en una solución radical en cuanto al tipo de organismo que opere un plan de rescate de larga visión.