Daniel Márquez Melgoza
22 MARZO 2021.-Veo medios tradicionales y digitales; articulistas, comunicadores, twitteros, facebookeros, payasos, algunos académicos, etcétera, aplicados con afán en intentar demoler a AMLO y las acciones de su gobierno más representativas de la 4T. Veo a AMLO construyendo Patria todos los días sin descanso, a paso apresurado, mientras sus adversarios siguen en su inicua tarea demoledora de su imagen y de su obra.
La suma de días hace semanas, meses y años, en los cuales la obra de AMLO irá creciendo y descollando en el paisaje nacional, inocultable incluso para las miradas más incrédulas y negativas. Para esa suma de días, semanas y meses que configuran años, los adversarios de AMLO se mirarán un día las manos y se darán cuenta de que en todo ese tiempo han dejado de construir su propio proyecto político, compartible con los mexicanos que han sido sus simpatizantes. Pero lo que a esos adversarios les quita el sueño, es pensar en lo peor: la sola duda de que esos simpatizantes se mantengan o no fieles a su ideología, pues sin ellos todo estará perdido para su causa.
Desde fuera se ve que es comprensible que alguien desmoralizado tenga ánimos para recoger del piso sus banderas, si sabe que lo que representan ya no le dicen nada ni a sus simpatizantes, y mucho menos a los millones de mexicanos a los que se pretendía conquistar para recuperar el poder. ¿Qué hacer? ¡Qué problema existencial más grueso para la oposición! Lo sentimos. Pero recuerden, no se olvide que por encima de las ideologías está el país y los mexicanos.
