En la esquina
de algún barrio,
está un niño o una niña,
que desea un buen regalo.
Para ellos la Navidad
no les causa alegría,
es como cualquier día,
no les da felicidad.
No tendrán un pavo
ni tampoco un rico vino,
pues su día será de esclavos,
entre autos del camino.
Han de hacer mil malabares
para sacar para su comida,
y los verás en los lugares
de las grandes avenidas.
Tú llevarás tus regalos
y miles de golosinas,
ellos se quedarán mirando
a través de las esquinas.
Subirás el vidrio al auto
y acelerarás al observarlos,
y ellos prepararán un acto,
para ganarse unos centavos.
Cuando llegue Noche buena
levantarás esa copa,
y el vino y la rica cena
darán buen sabor a tu boca.
Sin embargo estos seres,
que se cuentan por montones,
cansados por sus quehaceres,
dormirán en sus cartones.
¡Vaya, qué cruel Navidad!
la que pasan estas personas,
y no importa en qué ciudad,
los miras y los ignoras.
Deseo de corazón
que se haga una realidad,
que con un gesto de unión,
te solidarices esta Navidad.
*Escritor originario de Puruarán, municipio de Turicato.