20 abril, 2025
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Pátzcuaro presume su riqueza histórica y cultural en su 485 aniversario

Este Pueblo Mágico está de fiesta al cumplir el 485 aniversario de que recibiera el título de Ciudad de Mechuacan, por lo que las autoridades municipales organizaron una serie de actividades culturales y artísticas, que tendrán su acto central mañana sábado con la entrega de la presea Vasco de Quiroga al ambientalista Víctor Manuel Toledo.

Pátzcuaro es una de las primeras ciudades que fundaron los purépechas hacia el año de 1300. La tradición cuenta que fue fundada por Curatame y que luego fue convertida en el centro religioso y ceremonial del pueblo purépecha por Tariácuri. El nombre de Pátzcuaro aparece registrado en la Relación de Michoacán como Tzacapu-Hamúcutin-Pásquaro, con el significado de “Donde están las piedras (los dioses) a la entrada de donde se hace la negrura”.

Esta ciudad, conocida mundialmente por el lago que lleva su nombre y su isla de Janitzio, posee un importante patrimonio arquitectónico y colonial. “Los atractivos culturales con que cuenta son 284, obras civiles relevantes en la zona de monumentos históricos, según Decreto presidencial del 14 de diciembre de 1990. Los monumentos históricos datan del siglo XVI, XVII, XVIII y XIX. De igual manera, la ciudad posee 11 obras monumentales, 5 monumentos a prominentes héroes nacionales y locales, 2 bustos al mérito, 7 murales y 1 museo”, según fuentes históricas consultadas.

Entre tales edificios, destaca el antiguo convento de San Agustín, edificado en 1576, y que actualmente funge como Biblioteca Pública en donde el reconocido artista mexicano, Juan O´Gorman, pintó un mural sobre la historia de Michoacán; la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, construida en 1565, que fue catedral durante 15 años; y hoy es el principal edificio religioso de la ciudad. Dentro del mismo se puede contemplar una imagen de la Virgen de la Salud hecha de pasta de caña de maíz, muy venerada por los indígenas purépechas. Dicha efigie fue mandada realizar por Don Vasco de Quiroga. En una capilla lateral del edificio principal se encuentran protegidos por una urna en un monumento, los restos y algunas pertenencias del primer obispo michoacano.

Fuentes eclesiásticas refieren que Don Vasco de Quiroga “se ganó el afecto de los purépechas gracias a sus obras y a las medidas económicas que promovió. Este afecto le hizo acreedor al trato de Tata Vasco en el que se expresa el afecto filial de los purépechas. Trasladó la sede del obispo de Tzintzuntzan a Pátzcuaro. Fundó el pueblo-hospital de Santa Fe de la Laguna y el Colegio de San Nicolás Obispo”.

Otro de los edificios emblemáticos de Pátzcuaro es el Colegio de San Nicolás Obispo, donde actualmente se alberga el Museo de Artes e Industrias Populares. “Este inmueble representa una de las semillas de la cultura y pensamiento progresista de nuestro país, pues es el antecedente del Colegio de San Nicolás, donde estudiaron muchos de los grandes ideólogos mexicanos: Hidalgo, Morelos, Ocampo, entre otros”, destacan los historiadores Eduardo Barriga Rivera y Fernando Mendoza Molina.

No podía dejar de mencionarse la imponente Plaza Vasco de Quiroga, una de las plazas más bellas de México, rodeada de casonas con arcos señoriales y un jardín con frondosos árboles; También, sobresale la famosa Casa de los Once Patios, construida en 1742; los templos de San Francisco, el Sagrario, San Juan de Dios y de Guadalupe y el Hospital, así como las capillas del Humilladero y el Calvario.

No debe olvidarse que Pátzcuaro, cuna de la insigne insurgente del movimiento independentista, Gertrudis Bocanegra, precisamente por su singular belleza, su riqueza turística, cultural e histórica, desde el año 2002 cuenta con el título de Pueblo Mágico, siendo el primer municipio michoacano en obtenerlo y de los 10 primeros a nivel nacional.

 

 

Un imán turístico

 

Pátzcuaro sigue siendo uno de los municipios más visitados a nivel estatal; según datos de la Secretaría de Turismo del Estado de Michoacán, en el año 2018 esta localidad fue la segunda ciudad más visitada de la entidad, con la presencia de cerca de 2 millones de turistas.

Y es que pocos se resisten a su magia y su vasto patrimonio gastronómico y cultural. En la ciudad se mantienen tradiciones y costumbres resultado del crisol del mestizaje de la cultura española y tarasca. Ahí, se puede degustar el pescado blanco, los uchepos, las corundas, la sopa tarasca (originaria de este lugar), las enchiladas placeras, los charales y, desde luego, la famosa nieve de pasta, entre otros manjares. También se ofrecen refinadas artesanías. entre las que sobresale el maque perfilado en oro, las lacas imitación oro, los muebles coloniales de parota, los muebles grabados de pino, los trabajos de orfebrería, la forja de hierro, los tejidos y artículos de manta, las telas bordadas, la cerámica y los tejidos de paja y palma, así como los artículos hechos a base de pasta de caña de maíz.

ALEJANDRO MARTINEZ CASTAÑEDA