28 marzo, 2024
ROTATIVO DIGITAL

Pátzcuaro busca categoría de Ciudad Educadora

El Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Pátzcuaro (ITESP), en coordinación con el Ayuntamiento local, ha iniciado los trámites correspondientes para convertir a este municipio en Ciudad Educadora, anunció el director de esa institución educativa, Bulmaro Carbajal.

Precisó que se pretende que Pátzcuaro sea la Ciudad Educadora número 15 en todo el país y la segunda en Michoacán, junto con Morelia.

Agregó que una Ciudad Educadora “educa por sí misma” permitiendo enriquecer en diferentes ámbitos la vida de los ciudadanos.

Para acceder a dicha categoría, se debe solicitar un documento de adhesión a la Asociación Internacional de Ciudades Educadoras (AICE), la cual tiene su sede en Barcelona, España, indicó el académico. Lo más importante es firmar y comprometerse a incluir en el proyecto político del gobierno municipal los principios y objetivos que definen a una ciudad de este tipo, enfatizó.

“En el marco con del I Congreso Internacional de Ciudades Educadoras en 1990, el Ayuntamiento de Barcelona acuña la expresión “ciudad educadora” y lo hace desde el convencimiento indiscutible de que la ciudad es educativa por el solo hecho de ser ciudad, es fuente de educación en ella misma, desde múltiples esferas y para todos sus habitantes”, según se afirma en la página de Internet de la AICE.

Las ciudades que deseen ingresar a dicho organismo se comprometen con la Carta de Ciudades Educadoras, que establece una serie de principios básicos para el impulso educativo de la ciudad, destacó el director del ITESP.

“La ciudad educadora tiene personalidad propia, integrada en el país donde se ubica. Su identidad es, por tanto, interdependiente con la del territorio del que forma parte. Es, también, una ciudad que se relaciona con su entorno; otros núcleos urbanos de su territorio y ciudades de otros países. Su objetivo constante será aprender, intercambiar, compartir y, por lo tanto, enriquecer la vida de sus habitantes”, establece dicha carta.

“La ciudad educadora ha de ejercitar y desarrollar esta función paralelamente a las tradicionales (económica, social, política y de prestación de servicios), con la mira puesta en la formación, promoción y desarrollo de todos sus habitantes. Atenderá prioritariamente a los niños y jóvenes, pero con voluntad decidida de incorporación de personas de todas las edades a la formación a lo largo de la vida”.

“La humanidad no está viviendo sólo una etapa de cambios, sino un verdadero cambio de etapa. Las personas deben formarse para su adaptación crítica y participación activa en los retos y posibilidades que se abren con la globalización de los procesos económicos y sociales; para su intervención desde el mundo local en la complejidad mundial, y para mantener su autonomía ante una información desbordante y controlada desde centros de poder económico y político”, refiere el citado documento.