27 julio, 2024
ROTATIVO DIGITAL

Para que la cuña apriete, que sea del mismo palo…

La enésima reelección de Elba Esther Gordillo, al frente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en México, evidencia la primera medida estratégica del viejo PRI para garantizar complicidad del gremio al próximo presidente de la república.

Los niveles de cooptación y manipulación a los que ha invocado la lideresa para apretar la cuña con Enrique Peña Nieto son innegables.

 

Es obvio que este sector sindical del magisterio será un aliado estratégico de Enrique Peña Nieto para aterrizar las políticas educativas en México, como lo fue para Felipe Calderón el sexenio que ya agoniza. El pragmático y camaleónico traje de Elba Esther no es más que el reflejo de un oportunismo nauseabundo en un régimen político caduco y un sindicalismo corrupto, cínico y totalitario.

A esta mujer lo mismo le da pactar con Dios que con el Diablo, siempre y cuando esté asegurando los intereses propios (riquezas desproporcionadas) y los de un pequeño séquito de aduladores que, por conveniencia y ambición, respaldan “a pie juntillas” cualquier indicación proveniente de su lideresa, aunque carezca de cualquier resquicio de ética política.

Si en algún sindicato se ha reflejado la corrupción en toda su magnitud, además de PEMEX, es en el SNTE de Elba Esther, lo que ha provocado justificadamente fisuras en el gremio magisterial y ha trastocado la paz social en Michoacán, Oaxaca y otras entidades en donde los movimientos magisteriales disidentes, que se oponen a Gordillo, cuentan con fuerte estructura territorial cuyas acciones rebasan sus propias fronteras

Cómo pedirles a la SNTE de Michoacán que se ciña a las decisiones de su sindicato, si su propia lideresa adolece de falta de calidad moral ante los ojos de todo México. La Gordillo al no abrir al SNTE a un relevo generacional, sigue siendo un estorbo para el avance educativo en México, pero además, que es lo peor, sigue medrando con el corporativismo sindical y sus recurrentes intromisiones en la política nacional distorsionan el papel educativo-sindical que debiera jugar como máxima dirigente magisterial.

Es de suponer que no es poca cosa la fortuna que ha amasado Elba Esther, considerando las millonadas que le llegan por concepto a la cuota sindical de las y los maestros que estén o no de acuerdo con sus líneas de trabajo, les descuentan de su cheque cada quincena. Esto le permite contar con muchos millones para organizar la suficiente estructura territorial en su gremio y poder reelegirse cuantas veces se le antoje.

Ramplonamente se puede pensar que este asunto solo compete al sindicato magisterial, pero no es así. La confabulación de la corrupción sindical, los poderes fácticos y los grupos de poder político, han sido un obstáculo para el avance democrático en México y han sido responsables de convulsiones sociales, cuando no les conviene un proyecto popular compatible con los ciudadanos.

Lo bueno es que estamos en México y este es el país de lo posible, la mayoría de los mexicanos acaba de elegir un joven presidente, pero emanado del viejo PRI, que requiere a los más mafiosos para poder gobernar un país cada vez más pobre, pero más rejego. ¡Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Elba Esther…!

*Analista político