Lic. Alfredo Castañeda Flores Analista
6 dic. 2020.-En los recientes años, ha incrementado esta actividad, por parte de mujeres cada vez más jóvenes, aunque no es una generalidad.
Debido a la situación económica que se vive en México, no solo ahora por la farsa de la pandemia, sino desde tiempo atrás, muchas mujeres con deseos de estudiar, de tener dinero, cosas materiales de cierto valor, están dispuestas a vender su dignidad, su virginidad, su honestidad, a cambio de alcanzar sus objetivos planeados.
Cualquier mujer mayor de edad, que tiene necesidad de trabajar para tener dinero y poder seguir estudiando, o simplemente para llevar dinero a su hogar, obviamente, sin tener una pareja estable, anda buscando un hombre maduro con dinero, sin importar su estado civil, que por lógica, este tipo de hombres tienen una familia estable y un futuro económicamente resuelto, aunque claro hay muchos que solo aparentan estarlo, pero así tienen que tropezar las mujeres en sus decisiones. Debido a su juventud, belleza de la edad, cuerpo escultural, firmeza y turgencia en sus carnes, no tardan mucho en encontrar una víctima a su modo, al que pueden envolver fácilmente en sus encantos femeninos y mentiras perfectamente estudiadas conforme avanza su experiencia en estas lides.
Generalmente, un hombre es fácil presa del engaño, y peor aún de las palabras de “amor” que cualquier mujer joven les dice, por lo que no se dan cuenta de que solo los utilizan para sacarles dinero, obsequios caros, paseos, viajes, etcétera. El hombre no es tonto, simplemente su mundo gira en torno a la confianza de que la mujer es similar a él, pero no es así. De ahí que no se detenga a analizar detenidamente las conductas desplegadas por una mujer para hacerlo caer en sus redes y obtener lo que desea.
Asimismo, tener los favores sexuales de una mujer, se convierten en trofeos dignos de ser exhibidos a los demás, presumiendo que son unos garañones y que aun pueden conquistar a una mujer, pese a su edad. Cosa por demás falsa y triste, porque lo que conquista a esas mujeres es su poder económico. De por si, rara vez un hombre conquista a la mujer, es la mujer la que conquista y hace creer al hombre de lo contrario. De ahí que no pierden oportunidad con ninguna mujer, de la edad que sea, siempre y cuando sean atractivas para su vista, cayendo en sus redes sin remedio.
Por otra parte, las chiquillas que se dedican a la obtención de dinero fácil, (eso creen), no cuidan lo que obtienen, se dedican a gastar en exageración, como se dice comúnmente, lo del agua, al agua, esto significa que al obtener con relativa facilidad lo que gastan, así de fácil se deshacen del dinero, no piensan en el futuro, que la juventud y belleza no duran para siempre, que si no cuidan lo que ganan, terminarán fracasadas y en la pobreza. Sólo viven el momento presente, no les importa lo que vendrá. Aunque claro, hay excepciones.
Esto como tantas cosas, tiene que ver con la astucia y experiencia que alcancen, porque hay algunas que reciben más y otras que reciben menos, unas que no se cansan de alcanzar su objetivo y otras que se rinden pronto, como todo en esta vida, se requiere de perseverancia, preparación, tolerancia y mucho esfuerzo, para saber seleccionar a sus posibles víctimas potenciales.
Estas mujeres, buscan un sugar daddy (papito dulce), que les pague sus colegiaturas en un universidades y escuelas privadas, las lleven a comer a lagares caros, las paseen por destinos turísticos nacionales y/o extranjeros, que les paguen cirugías estéticas, que les paguen renta de un departamento, casa o incluso, les compren una propia, les compren un automóvil, celulares, computadoras, y un sinnúmero de caprichos. A cambio ellas, les proporcionan sexo y palabras que levantan el ánimo de esos maduros que dejaron de sentirse deseables por sus parejas, desde años atrás. El hombre también necesita escuchar palabras amables de su esposa, de sus hijas, de sus amistades, no es verdad que los hombres son duros y no necesitan atenciones, eso es solo un mito. La ausencia de esto, es lo que provoca que sean presa fácil de estas jovencitas necesitadas de dinero. Aunque claro, también ellas pierden, al entregarse físicamente a los maduros.
En la actualidad, las estadísticas hablan de una mayoría de chamacas menores de 23 años que tienen o andan en busca de su papito dulce. Y muchas no se conforman con tener solo uno, sino que entre más tengan, mayor será su grado de utilidad, así que los van turnando, porque saben que a cierta edad, el hombre no puede tener relaciones íntimas tan seguido, así que los van turnando, por consiguiente, hay otras que no pueden alcanzar ni siquiera a uno, así es de injusta la vida de la gente que no se valora. Así mismo, no es privativo de esa edad, hay mujeres casadas, mayores de la edad citada, que también andan buscando quien las patrocine, porque es raro que una mujer esté satisfecha económicamente, como lo he señalado en anteriores entregas amable lector, la mujer es más ambiciosa que el hombre y está dispuesta a hacer lo que se les pida, con tal de obtener recursos monetarios, incluso hasta prostituirse, porque esto no es más que eso. Una nueva forma de prostitución disfrazada de noviazgo, de necesidad económica.
Así que, amable lector, si tienes recursos suficientes para tener una jovencita a tu lado, de vez en cuando, fíjate en las que te rodean, tal vez ahí esté una esperándote y no te has dado cuenta, total, ya sacrificaste tiempo, juventud y otras cosas, para lograr lo que tienes, vivir este tipo de experiencia es un lujo, pero no dudes en creer que lo vales, y no te preocupes de que salga embarazada, este tipo de mujeres, lo que menos quieren es tener un hijo, se cuidan más que sus mamás. ¡Ánimo!
