5 febrero, 2025
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Padre orgulloso…

Hoy quiero aprovechar el espacio para destinarlo a una persona especial en mi vida, en mi mente y en mi corazón: mi hija Yunuen Montserrat. Lo hago porque lo merece, ya que, como tantos triunfadores, su nacimiento estuvo en riesgo, debido a una varicela que su mamá contrajo cuando no sabía que estaba embarazada, y los médicos, ante la falta de conocimiento, se fueron del lado fácil, espantándola, diciéndole que representaba un enorme riesgo seguir con el embarazo. Sin embargo, su fortaleza, y mis fuertes deseos de tenerla en mis brazos, hizo que nos arriesgáramos y aquí está, una hermosa mujercita. Ésta es parte de su historia.

 

Desde su nacimiento fue una bebé fuerte, aferrada a la vida, apenas comenzó a hablar, nos dimos cuenta que su principal virtud o defecto, es hablar mucho, a lo largo de su vida, nos ha dado muchas alegrías, muchas cosas, de las cuales me siento orgulloso.

 

La primera habilidad que mostró desde pequeña fue la enorme facilidad que tiene para peinar, y hasta el día de hoy continúa haciéndolo con sus amigas, cuando van a alguna fiesta, como protagonistas o como invitadas.

 

También le encanta la cocina y cocinar, ha tomado algunos cursos para perfeccionar su arte gastronómico. Con el uso de la tecnología, en la secundaria y preparatoria ofrecía varias cosas, desde pizzas, panqués, pasteles, volovanes, etcétera.

 

Ha mostrado gran empatía para los negocios, pues desde los cinco años empezó vendiendo productos de mercería, en un espacio pequeño junto al negocio familiar, actualmente ha crecido y desde hace varios años, ha comprado con el producto de su trabajo lo que ella ha querido, pero que le sirven en su presente y futuro. Es una adolescente emprendedora.

 

A la par de ello ha continuado estudiando, recientemente ha concluido el bachillerato y actualmente empezó a estudiar la licenciatura en Administración Turística en una universidad pública, donde obtuvo el noveno lugar durante el examen de diagnóstico para ingresar de entre cerca de quinientos aspirantes. Eso es, como todo lo que hace, un enorme logro, porque en la actualidad está de moda, o diría yo, es un negocio fructífero, dar cursos para ingresar a cualquier nivel educativo y ella no lo necesitó, quedando mejor ubicada que varios que sí lo tomaron (pagaron).

 

Muestra una habilidad para muchas cosas: oratoria, declamación, locución (tiene una voz potente y clara), liderazgo nato, ha sido jefa de grupo en varias ocasiones, domina el inglés en un porcentaje alto en sus cuatro variables (hablar, oír, leer y escribir), ya que concluyó los módulos requeridos en The Institute (llamado también Harmon Hall), verdadera amiga, responsable, dedicada y tenaz. Le hemos dado las herramientas a nuestro alcance y, lo mejor de todo, las ha sabido aprovechar y sobre todo, lo más importante, las pone en práctica cuando es necesario.

 

Hoy le dedico unas palabras que quizás ya imagina, pero que quiero dejar plasmadas, porque considero importantes: Hija mía, me siento orgulloso por tenerte a mi lado, los años que hemos estado juntos han sido los mejores, jamás en vano, y aunque aún faltan cuatro años (divididos en ocho semestres), puedo decir sin ninguna duda que he cumplido mi tarea como padre, porque eres única y distinta a las demás jóvenes de tu edad, y principalmente, puedo gritar con orgullo que sigues siendo una niña, mi niña, la chiquilla bonita que llegó del cielo, en nombre del amor. No olvides las enseñanzas y consejos que siempre te hemos dado, recuerda que vale más tener una conducta honesta que dinero obtenido por atajos que, quizás, más de alguna ocasión provocarán en ti, pena, angustia o tristeza.

 

Que todo lo que hagas sea correcto y con mucha energía. Camina siempre con la frente en alto, con valentía y seguridad como lo has hecho hasta el día de hoy. Que nadie te señale por hacer las cosas mal, al contrario, si te envidian, porque nunca faltan los vampiros emocionales, que lo hagan por tener lo que ellos jamás tendrán.

 

La pereza debilita nuestra voluntad y nos convierte en parásitos de la sociedad. Lo peor de un perezoso es que se siente feliz de lo que es y deja que otros hagan lo que a él le toca. De nada sirve conocer las virtudes, si no se aplican en la conducta diaria. De los perezosos será el reino del fracaso; el triunfo es exclusivo de la gente laboriosa.

 

Adelante, hija mía, el mundo es todo tuyo, sal a triunfar, tienes fuertes y sólidos cimientos, pero, principalmente, tienes mucho amor en tu corazón. Te quiero mucho…