Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
11 AGOSTO 2023.-La competencia entre géneros, sexos o como se pretenda llamar, atendiendo a su definición, el sexo es un conjunto de características biológicas, físicas, fisiológicas y anatómicas que definen a los seres humanos como hombre y mujer, y a los animales como macho y hembra.
El sexo no se elige, ya que es una construcción determinada por la naturaleza, que viene dada desde el nacimiento. Se diferencia del género, que es una construcción socio cultural referida a los rasgos que la sociedad considera femeninos o masculinos, con múltiples opciones. Ha existido desde siempre. Pero en la actualidad, los sesgos para demeritar la calidad del hombre en general se han incrementado. Esto por supuesto, debido a los movimientos globales que los grupos de poderosos han implementado, a costa de aportaciones a grupúsculos que les gusta el dinero y se prestan a mal informar al resto de la sociedad, que de por sí, está alejada de la verdad.
Soy partidario de que no existe nada totalmente cierto, ni totalmente falso, así sea 99 a 1, pero siempre hay dualidad y en cuanto a las mujeres así es, pero, para la mayoría de féminas, el hombre es un ser con los peores defectos y adjetivos, según sus propias palabras. Para esto, hay hombres que las apoyan sin detenerse a analizar que esto sea cierto. ¿Pero realmente es así?
Durante mi recorrido por la vida, he tenido la oportunidad de conocer mujeres de distintas edades, así como su manera de pensar y vivir, por lo que en esta ocasión, lo aprendido, sirve para comentar este tema. Las mujeres se creen más inteligentes que los hombres, por supuesto que es solo un mito, son astutas, (Agudas, hábiles para engañar o evitar el engaño o para lograr artificiosamente cualquier fin) eso no lo niego, pero la distancia con la inteligencia es abismal. pero ellas así lo dicen.
Nunca, salvo las honrosas excepciones, van a aceptar que el hombre hace algo bien, así sea lo más simple, sencillo, para ellas, todo lo hacemos mal. Pero, esa percepción cambia, cuando con preguntas directas, se les insiste, como que o cual situación. Ahí ya no saben que decir. Todo lo que expresan en contra del hombre, es en automático, porque lo han escuchado de otras u otros, pero rara vez, reconocen que lo han vivido. Entonces ¿cómo se atreven a señalar algo incierto? Pues definitivamente lo hacen. Esa es una clara prueba de su ausencia manifiesta de inteligencia (La inteligencia se ha definido de muchas maneras, incluyendo: la capacidad de lógica, comprensión, autoconciencia, aprendizaje, conocimiento emocional, razonamiento, planificación, creatividad, pensamiento crítico y resolución de problemas. En términos más generales, se puede describir como la capacidad de percibir o inferir información).
Tanto hombres, como mujeres, tenemos cualidades distintas y al unirse en pareja, para formar una familia, esas características se complementan para una mejor convivencia, la mayoría logran tener hijos, otras pareja no, pero las estadísticas señalan que no es impedimento para vivir muchos años juntos, incluso hasta la muerte de uno de los integrantes. Eso es lo que pensamos, creemos y expresamos los hombres, solo vemos cualidades interesantes en las mujeres, pero muchos han exagerado en esto, lo que ha motivado que sus falsas creencias hacia nosotros se incrementen.
Algo tan común es el arreglo personal de ellas, no se visten para agradar a los hombres, lo hacen para competir con otras mujeres, vaya, ni siquiera se visten para sentirse bien ellas. Andan con ropa muy estrecha, corta, que ya no resalta positivamente sus hermosas formas femeninas, sino que ya se ven ridículas, falsas, vulgares, con tacones altos que ni saben usar, accesorios que no combinan, etcétera. Un hombre puede dar su opinión de que deben usar tal o cual prenda porque nos motiva a verlas, a desearlas, pero pocas lo hacen para agradarnos, salvo cuando desean obtener algo a cambio, ahí si se arreglan para “nosotros”, pero no debe ser solo así.
Las estadísticas oficiales indican que en los hogares mexicanos, 70 % tienen a la pareja completa viviendo juntos (papá y mamá) y solo 30 % son mujeres solas con hijos, pero un porcentaje alto de ellas recibe pensión o apoyo de los padres de sus hijos. También, otro tema que siempre sacan ellas, el 80 % de los fallecidos por violencia son hombres y solo el 20 % son mujeres. Pero para ellas, una muerte masculina es normal, pero una muerte femenina debe ser publicitada hasta el cansancio, cuando las estadísticas muestran que es un 4 a 1. Desafortunadamente, hay muertes violentas a diario, pocas veces son víctimas inocentes o llamados daños colaterales, la mayoría, desafortunadamente, son propiciados por factores entre ambos, victima-victimario. Pero para las dulces y tiernas damitas, solo son importantes las vidas de sus congéneres.
Para las mujeres, la mayoría de los hombres son desobligados con sus parejas y para con sus hijos, aunque las estadísticas señalen lo contrario. Igual sucede con las muertes violentas, creen que son más mujeres las atacadas, cuando es al contrario. Solo repiten lo que los medios, las redes sociales y los conocidos orquestan mediante esas campañas de ataques hacia los hombres. Recientemente, han aumentado los casos de padres solteros con hijos, porque sus parejas los abandonaron por irse con otro, pero eso no es tema para las mujeres.
Otro tema que siempre han manejado es el de los salarios, no he visto ninguna empresa que haga eso, que distinga entre sexos, y que los hombres ganen más, ni ellas, porque en cuanto se les pregunta, vociferan que no lo han vivido, pero que alguien les contó, ¿entonces…?
Las hoy llamadas feministas, si se les pregunta qué es lo que buscan con sus marchas, qué les hace falta, etcétera, solo repiten incongruencias que nada tienen que ver. Porque todo tienen, libertad, igualdad en general y de oportunidades, salarios justos, dijera mi abuela, una mujer completa de las que ya casi no hay, solo la hacen de pedo, porque no tienen razón. Y tenía razón.
Si les preguntas a las mujeres tres características propias de los hombres o que las superen a ellas, y no las encuentran, para ellas no existen. En cambio, los hombres, en su afán por complacerlas, sin merecerlo, hasta inventan cosas que no tienen, incluso que ni existen. Esa es la pequeña gran diferencia entre ambos sexos. Las mujeres nos sobajan, ningunean, atacan, pero en cambio la mayoría de hombres, por creer que eso las halaga, les inventan cualidades que no tienen. Muchos quieren que los “amen” a base de mentiras, poniéndose de tapete para ellas, eso es lo que tanto daño les ha causado a ellas, y peor, a nosotros, porque por esos sujetos bajos de autoestima, ellas creen haber aumentado su valor como seres humanos. Y nos tratan con la punta del pie.
Un verdadero hombre se valora él, como cantaba la Sonora Santanera, primero luego, luego yo y por ultimo yo, eso no es egoísmo, es amor propio, la persona más importante es uno mismo, no debemos dejar nuestra felicidad en manos de los demás, mucho menos en las manos de las mujeres. Grave error cometido por tantos hombres. A una mujer, se le debe tratar como a cualquier otro hombre, demostrando que somos iguales, no haciéndolas creer que son superiores, bonitas (no todas lo son y lo sabemos), si ya se tiene una relación, no se les debe permitir que ellas decidan nuestra vida, si tenemos pasatiempos o sueños, debemos seguir haciéndolos y tratar de cumplirlos, no dejar de perseguir lo que estamos acostumbrados a hacer o que hemos deseado. Pero como he señalado, la mayoría de hombres permiten que sus mujeres, les quiten gustos, aficiones y los dominen, eso amable lector, nos ha hecho todo el daño que individualmente y como país, estamos viviendo, se le ha permitido que las mujeres dominen los hogares, y aunque hay pocas, en los puestos políticos de decisión, si influyen en las decisiones que los maridos toman. Eso sin duda es verdad. ¿Quién crees que manda en la casa del presidente? Beatriz Gutiérrez Müller.
Algo que me han expresado las propias mujeres, es que quieren que sus hombres las dominen en todos los aspectos (físico, emocional, sexual), no quieren que les digan sí a todo lo que dicen o desean, quieren encontrar resistencia de ellos a sus peticiones. No quieren un pelele como hay tantos en México, porque eso es la principal causa de tanta infidelidad, aunque lo dudes. Quieren sentirse rechazadas, atacadas, ofendidas en sentido normal, que si las invitan a salir, el hombre elija el lugar, no como hacemos la mayoría, que les preguntamos, a donde quieres ir, eso, inteligente lector, las empodera pero al mismo tiempo, las hace replantearse la idea de vivir o no en familia con un hombre pusilánime, pero a decir de ellas mismas, no tienen muchas opciones y los aceptan, pero no les guardan ningún ápice de respeto. Porque ellos con sus acciones poco inteligentes, poco a poco, lo van perdiendo. Por eso es que en cualquier confrontación hombre-mujer, salimos tan mal calificados. ¡Toma nota! Trabaja en ti, recupera tu dignidad, recuerda lo que dice la filosofía popular, a la mujer, ni todo el amor, ni todo el dinero.